Gandia inicia el nuevo Ausiàs March tras 40 años de goteras, desprendimientos y protestas

Momento histórico en Gandia. Arrancan las obras del instituto Ausiàs March, un centro que lleva más de 40 años sufriendo la falta de espacio, temblores, desprendimientos de techo y goteras. El día ha llegado tras cuatro décadas de demandas educativas, manifestaciones y protestas de la comunidad educativa. La inversión es de 7,2 millones de euros y estará acabado en la primavera de 2024.

El instituto que fue construido en la Segunda República se quedó más que pequeño en la década de los 80 del pasado siglo, pese a una pequeña ampliación que se había hecho en la década anterior. En los últimos 40 años todas las noticias que se ha tenido de este centro han sido negativas. Los problemas de espacio se vienen arrastrando todo este tiempo.

Poco a poco el centro ha tenido que ir cediendo espacios para la docencia, ante la falta de espacio. Desde hace décadas se empleaban despachos de profesores, seminarios y hasta la biblioteca para dar clase. No había ni sitio para atender a las familias de los alumnos. Los profesores se reunían con madres y padres en los pasillos.

Las obras de construcción han arrancado este lunes 4 de abril, con una actuación simbólica: el derribo de la pantalla del viejo Cine Bulevar. La parcela de esta terraza de verano ha sido clave para poder impulsar la obra y también ha sido la protagonista de la demora de la actuación. La actuación comienza, por tanto, dejando atrás conflictos urbanísticos y judiciales que hacían ya casi impensable que esta obra se realizara algún día.

La situación del centro era muy compleja. Los daños vienen de tan atrás que ya en 2006 había un proyecto de reforma y ampliación del centro por parte de Ciegsa, la empresa que ejecutaba recintos académicos durante los gobiernos del PP en Generalitat. Hasta llegar este proyecto ya tuvieron que vivirse años de quejas y demandas por parte de la comunidad educativa. Pero esta obra nunca vio la luz, por lo que el instituto seguía en su senda de deterioro, humedades, goteras y hasta temblores que nunca se supo a ciencia cierta de dónde provenían.

Los años iban pasando y las conversaciones entre el Ayuntamiento de Gandia y el Consell no surtían efecto. La llegada del PP a la alcaldía de Gandia en 2011 hizo pensar que la obra se desbloquearía, de hecho fue una de las promesas de este partido en su campaña. Pero el paso del PP por el consistorio sólo sirvió para empañar más la situación.

“El PP cambió el uso de la parcela de Cine Bulevar de dotacional a residencial, por lo que esos cuatro años fueron perdidos”, ha precisado el concejal de Urbanismo y vicealcalde de Gandia, Pep Alandete. Fue a partir de 2015, con el gobierno bipartito en Gandia, entre PSPV y Compromís Més Gandia, cuando se volvió dar un uso educativo a la parcela. El consistorio solventó también problema judicial, ya que los propietarios no estaban conformes con la expropiación, hasta que finalmente el justiprecio se determinó en cerca de cuatro millones de euros.

El PP durante su legislatura de gobierno en Gandia pensó que era mejor crear un nuevo instituto al final del paseo de Gandia y descartar la reforma del Ausiàs March, algo que no veían con buenos ojos ni los docentes ni las familias. Si todos estos vaivenes fueran insuficientes, llegaron más inconvenientes.

Tras la llegada del Pla Edificant Gandia impulso dentro de esta iniciativa la reforma y ampliación del centro. La obra se licitó en mayo de 2020 por ocho millones y en noviembre de ese mismo año se adjudico la construcción por 7,2 millones. Pero el proyecto también encontró trabas.

Un año después cuando la empresa tenía que comenzar la obra, en verano de 2021, comunicó al Ayuntamiento su rechazo ante el aumento de costes de materiales. Esto obligó al Consistorio a volver a licitar y adjudicar los trabajos. Finalmente la nueva empresa es ECSA y asumió la construcción por la misma cifra, 7,2 millones.

Durante el mes de febrero y marzo se prepararon los terrenos y esta semana ha comenzado la obra. La demolición de la pantalla de la terraza de verano es un hecho significativo que llama la atención de todo el que pasa por el tramo del paseo que ocupó este cine. Su derrumbe marca un antes y un después, ya que simboliza que la obra va en marcha.

Los alumnos están ahora en una parcela de aulas prefabricadas junto al Museu Faller de Gandia, mientras arranca la obra. “El nuevo Ausiàs March tendrá 24 aulas, más once de refuerzo y desdoblamiento, un total de 35. Además habrá trece salas dedicadas a talleres y laboratorios de informática, música, educación plástica y física, entre otras actividades”, ha precisado el vicealcalde. En total unas 50 estancias educativas.

El recinto conservará parte de la construcción original. El centro se construyó en el año 1935 bajo la arquitectura del Racionalismo. “Se conservará la fachada y el ala que recae a la República Argentina, donde la estructura es buena y hay grande ventanales que aportan mucha luz”, ha agregado Alandete. El centro anexiona, por tanto, la parcela del Cine Bulevar y creará un edificio “enclaustrado, que recaerá a tres calles y dejará un gran patio en el centro”.

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