El gerente del parque de atracciones de Gandia asegura que «era imposible de prever» la caída de la noria

Los operarios se afanaban ayer en retirar el amasijo de hierros en el que quedó convertida la noria del parque de atracciones de Gandia tras el paso del reventón cálido. Nadie se explica cómo pudo suceder este desastre que, por suerte, no causó daños personales de gravedad.

"Se levantó un viento terrible y no sé cómo explicar lo que pasó, vi caer la noria delante de mí. Esto es imposible de prever", explica el gerente del parque de atracciones Gandilandia, Juan Antonio Almazán.

Como es habitual en estos casos se ha abierto una investigación policial aunque Almazán asegura que cuenta con todos los permisos y certificaciones en orden. La única persona herida que fue ingresada, un trabajador del parque, ya se encuentra en su casa tras pasar una noche en observación.

"Cuando empezó el viento les dije a todos que se resguardaran porque vi que no era normal. Este chico fue a coger una riñonera en el justo instante en el que cayó la noria y, por suerte, sólo le rozó", recuerda el gerente. Además de la noria hay otras dos atracciones con desperfectos debido al golpe de los hierros.

Durante los próximos días el parque de atracciones volverá a abrir sus puertas cuando se haya retirado todo el material.

• Temas
• Gandía