Un muro junto al río Vaca para evitar la demolición de 500 viviendas en Tavernes

Los trabajos para legalizar un barrio de viviendas en Tavernes de la Valldigna y evitar la demolición de diez edificios y 500 viviendas, con la repercusión que todo esto tendría para los vecinos, arrancan el próximo lunes. El Consistorio inicia la construcción de un muro vegetal, formado por colinas de tierra y vegetación, en un tramo de más de 800 metros, para separar la ribera del río Vaca de un espacio urbano residencial ubicado con pisos y locales en una zona inundable.

El barrio del Vergeret de Tavernes se edificó entre 2005 y 2007 sin el permiso de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), lo que llevó la ejecución de este residencial a los tribunales. Buena parte del sector de viviendas está construido a menos de cien metros del río Vaca de Tavernes, lo que convierte buena parte de la zona en un espacio de “alto riesgo de inundabilidad”.

De hecho, una sentencia del Tribunal Supremo declaró ilegal toda esta zona en 2013, al carecer del permiso de la CHJ. El fallo del alto tribunal obligaba a reparar esta situación, por lo que diez edificios estaban en el punto de mira y sus 500 viviendas, la mayor parte de ellas ocupadas ya por sus propietarios durante estos años.

Esto, por tanto, ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Tavernes, ya que el Vaca atraviesa la localidad y el cauce roza el sector de Vergeret. De hecho, en los últimos años se ha llegado a desbordar el río en este tramo durante los fuertes temporales.

El Consistorio ha tenido que buscar una solución “para legalizar” este sector y “evitar” que los propietarios pagaran las consecuencias de “un plan urbanístico” mal desarrollado y sin el permiso de la CHJ, como ha apuntado el edil de Urbanismo de Tavernes, Josep Llàcer. La sentencia del Supremo del 2013 era clara y daba la razón a la Confederación, como ya había hecho del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) antes, en 2011.

El Ayuntamiento de Tavernes ha estado buscando alternativas para ejecutar la sentencia y lograr que este sector dejara de ser inundable, legalizando así viviendas, edificios y bajos comerciales. Para ello se ha estado negociando con la CHJ. Las conversaciones culminaron con un acuerdo, proteger al sector del Vergeret de las posibles crecidas del Vaca. Para ello, el Consistorio se comprometió a levantar un muro compuesto de pequeñas colinas de arena donde se colocaría vegetación para afianzar la tierra y que resista las crecidas del río.

Esta obra tiene un coste de medio millón de euros y durante los últimos años el Ayuntamiento ha estado buscando financiación. Tras varias gestiones, se ha logrado una ayuda de 250.0000 euros de la Diputación de Valencia, el resto lo pone el municipio. Las obras ya se han licitado y se las que adjudicado Cadersa, una empresa de Gandia. El acta de replanteo se firma este lunes 14 de febrero y, por tanto, se darán por iniciadas los obras.

“Los trabajos arrancarán con el traslado de materiales y los movimientos necesarios de los terrenos para poder levantar las colinas que darán forma al muro”, ha precisado Llàcer. Esta infraestructura vegetal tendrá una longitud de más de 800 metros e irá en paralelo a la Avenida Corts Valencianes de Tavernes. La previsión es que los trabajos tengan una duración de ocho meses y completar así parte del acuerdo con la CHJ.

Además de este muro, el Consistorio tiene que crear otra barrera de protección a la altura de un puente que recae en esta zona: “La primera idea era habilitar unas compuertas que resistieran la fuerza del agua, pero estamos barajando otras alternativas que sean igual de eficaces pero un poco menos costosas”.

El muro tendrá una altura de 1,80 metros, que se suma a la propia ribera del río Vaca, aumentando así la protección del Vergeret. En todo el tramo se plantarán especies propias de los cauces así como plantas mediterráneas. El proyecto dejará construido también un mirador a una altura de 1,20 metros para que los vecinos puedan ver el estado del río.

La situación de ilegalidad del Vergeret ha dado problemas tanto al Ayuntamiento como a muchos propietarios de locales. De hecho, el Consistorio quiso habilitar antes de la pandemia un centro de día de atención a mayores pero obtuvo una negativa rotunda de la CHJ. El organismo recordó al Ayuntamiento que en los locales o edificios situados en la zona de afección, a menos de cien metros del cauce, no se podía establecer negocio o actividad alguna, dado el riesgo de inundabilidad.

Llàcer ha indicado que estas obras servirán para legalizar un sector que arrastra desde hace nueve años una sentencia que impide desarrollar actividades y dar por cerrado un capítulo urbanístico que se ejecutó sin permisos fundamentales, como el de la CHJ.

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