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Ó. DE LA DUEÑA
TAVERNES
Miércoles, 21 de septiembre 2022, 13:53
El cementerio de Tavernes de la Valldigna tiene una parte clausurada. Uno de los pabellones lleva más de nueve meses precintado, con vallas ante el peligro de desplome. Esto supone que hay unos 50 nichos, aproximadamente, a los que los familiares no pueden acercarse para limpiar las lápidas o poner flores y no podrán hacerlo ante la festividad de Todos los Santos si no hay obras de forma inmediata. Desde el consistorio han indicado que se está redactando un proyecto para reparar los daños.
Estos desperfectos aparecieron en la Navidad de 2021. En uno de los pabellones de la parte más antigua se detectaron daños estructurales y se temía que hubiera derrumbes. Afectan a uno delos extremos de la construcción, por lo que hay nichos precintados en ambos lados. Se calcula que son unas 50 las tumbas afectadas.
Esto supone, además de que los familiares no pueden acercarse, que tampoco se pueden utilizar, dado que en muchos casos los nichos se aprovechan para más de una persona fallecida, tanto en Tavernes como en otras poblaciones. Tras aparecer las grietas, desde el consistorio se optó por colocar vallas para evitar que los usuarios del cementerio estuvieran cerca de la zona afectada y pudieran sufrir algún daño. Se colocaron de forma urgente unas maderas que sujetaran la construcción, pero de momento “todo sigue igual y no se ha dado ninguna solución”, como ha denunciado el portavoz de Ciutadans de Tavernes, Carlos Gimeno.
Según el edil, se ha reclamado en varias ocasiones al equipo de gobierno vallero (Compromís y PSPV) que tome medidas y solvente estos desperfectos cuanto antes. “Entendemos que es un problema que apareció de forma imprevista, pero ya han pasado más de nueve meses y no se ha hecho nada. Esa situación está privando a muchas familias de poder acercarse a los nichos donde descansan los restos de sus seres queridos, aunque sea para limpiarlos o ponerles flores”, ha precisado el concejal de la oposición.
Además ha recordado la cercanía de la festividad de Todos los Santos, que será dentro de poco más de un mes. A esto ha añadido que es “muy poco probable” que estos daños estén reparados. Desde la formación desconocen cuál es la intención del ejecutivo y si se está preparando algún proyecto de reforma o de actuación urgente, a corto o medio plazo.
Desde el gobierno, el edil Josep Llàcer ha indicado que hace unos meses se realizaron unas catas en la construcción y el terreno para saber desde dónde emanan los daños estructurales. “Ahora se está redactando el proyecto por parte de los técnicos municipales y cuando esté listo se sacará a licitación. Hay que derrumbar esa parte del pabellón y construirla otra vez”.
El concejal ha añadido que el gobierno ya tiene reservados 75.000 euros para realizar estos trabajos y ha recordado que era necesario actuar con prudencia ya que debajo de este pabellón pasa un barranco y que también se ha tenido que estudiar si la bóveda que lo cubre está en buen estado y soporta el peso.
En cualquier caso, desde Ciutadans han denunciado “la nefasta gestión del cementerio de Tavernes”, ya que no es esta la única incidencia que acumula el camposanto vallero. El recinto fue sometido a una ampliación por el Ayuntamiento en una legislatura anterior, con Compromís en la alcaldía, y se optó por crecer hacia la montaña. Esto ha supuesto crear zonas de pendiente que no se han sorteado de la forma más adecuada, además obligó a crear rampas y escalones que han generado mucho malestar entre los usuarios en los últimos años.
En la zona nueva se crearon más pabellones, pero para llegar a ella había que subir hasta 39 escalones, algo que muchos usuarios han criticado durante años. Partidos como Ciutadans de Tavernes reclamaron que se instalara un ascensor que permitiera la accesibilidad, pero este servicio no llegó hasta 2018 y la mayoría del tiempo está averiado. En estos momentos está inoperativo.
El ascensor se reclamó ya en 2018, pero no se instaló y se puso en marcha en Todos los Santos de 2021. “Funcionó dos meses y se rompió”, ha recordado Gimeno, quien ha añadido que estuvo “siete meses sin funcionar”, por lo que las personas con movilidad reducida no podían acceder a la zona nueva del cementerio para despedir a sus seres queridos o visitarlos. Tras esto se reparó la máquina, pero justo con una tormenta en este mes de agosto se ha vuelto a romper y está en desuso.
Para Gimeno, desde el Ayuntamiento de Tavernes sabe que hay una serie de vecinos a los que no se les está permitido entrar en esta zona, dado que es inaccesible. En la ampliación del cementerio se creó también una rampa, pero que no se puede utilizar. “Esta cuesta no es accesible, no cumple los parámetros de una pendiente, al estar más inclinada de lo que debería, tampoco cuenta con descansillos, como estipula la normativa”, ha agregado.
El edil ha precisado que el consistorio compró un portaféretros para el cementerio “que no puede subir la rampa”, esto obliga a que los coches fúnebres tengan que entrar hasta el lugar donde se va a despedir a los difuntos.
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