Oliva rechazó los 16.500 euros de una empresa para el mercado de verano y optó por otra que da 4.300

El proceso de adjudicación de una parcela de más de 13.000 metros en Oliva para ubicar un mercado de verano, conocido como Duna Market, ha sido convulso y está plagado de duda, dado que Oliva ha escogido a una empresa que paga 4.300 euros por explotar el terreno y ha dejado fuera del concurso a otra que proponía pagar 16.500, cerca de 80.000 euros que ingresaría la ciudad en los próximos cuatro años, en lugar de los 17.000 que va a cobrar en el mismo tiempo.

La empresa, que sabía que iba a quedarse con los terrenos, Dant 2023, empezó las obras sin tener los permisos adecuados, es decir, sin que el Ayuntamiento hubiera firmado el documento de adjudicación. Esto generó molestias tanto a los vecinos y como a la empresa que se ha quedado fuera del proceso, ya que se presentaron dos mercantiles para explotar esta parcela pública, ubicada en el caso urbano de la playa pero muy cerca del mar.

El terreno es dotacional, reservado para suelo público como resultado de una urbanización que está pensado para futuros espacios de uso vecinal como colegios, centros de salud, etc. Por tanto, hay que licitarlo, esto es sacarlo a concurso para que alguien la explote abonando una cantidad determinada.

En los pliegos de condiciones está todo definido. Pese a que la empresa Dant 2023 sabía que iba a ser la ganadora, dado que la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Oliva la propuso como ganadora del concurso, esta mercantil ocupó los terrenos mucho antes de que se produjera la adjudicación del servicio, algo que no procede y está fuera de cualquier proceso de este tipo.

De hecho, ante las preguntas de este periódico al gobierno de Oliva (Projecte Oliva-UCIN), se envió a una patrulla de la Policía Local hasta esta parcela, donde comprobaron que estaban ocupando el terreno antes de tener potestad para hacerlo. Los policías decretaron el lunes de la semana pasada la clausura de la actuación, pero la empresa hizo caso omiso y continuó actuando, colocando pérgolas y pasando cableado por el solar.

La alcaldesa de Oliva, Yolanda Pastor, firmó el decreto de adjudicación hace unos días, siguiendo las pautas de concesión de un servicio público, tal y como se hace con todos los contratos que se publican en la Plataforma de Contratación del Estado (PCE), pero esto no autoriza a la empresa a ocupar los terrenos, pese a que ya tiene el negocio casi montado.

No puede hacerlo porque los pliegos de condiciones del contrato establecen que una vez firmado el decreto de adjudicación hay que esperar «15 días hábiles», es decir, unos 20, ya que este tipo de contrata está pensada para pequeñas empresas o autónomos y tras la adjudicación, como fijan las condiciones, no se podría empezar las obras por si algún aspirante que hubiera quedado fuera decidiera plantear alguna queja. Ese tiempo no se está respetando.

La historia del Duna Market es un tanto confusa. Este mercado de verano, donde se instalan paradas de todo tipo, otras de comida y cuenta también con actuaciones musicales nació el pasado 2022, a instancias del área de Turismo, que dirigía el anterior edil del ramo, Joaquín Calafat. La idea salió adelante y se hizo por adjudicación directa, práctica conocida como a dedo. Pero pese a que la idea salió de Turismo, fue la exvicealaldesa y edil de Contratación, Ana Morell, quien firmó el decreto que permitía la ocupación por 2.000 euros para explotar esta parcela.

Ante esta situación, este pasado invierno una mercantil se puso en contacto con el Ayuntamiento de Oliva, mediante un escrito advirtiendo que estaba interesada en esta parcela y conminando al anterior gobierno (Compromís y PSPV) a que hicieran la contrata dentro de la Plataforma de Contratación y no a dedo. Esto fue en febrero, algo que también defendieron los partidos que hoy están en el gobierno: Projecte y UCIN.

La concesión salió. Siguió todos los pasos que marca la PGE, pero la mesa de contratación se reunió justo un día antes del cambio de gobierno, el pasado 16 de junio, proponiendo a Dant 2023, que ofertaba 4.300 euros, por año, que puede llegar a cuatro ejercicios, sumando un total de más de 17.000 y dejando fuera a otra, a la mercantil Uikiki SL, que estaba dispuesta a pagar 16.500 euros cada verano, lo que habría permitido a Oliva ingresar 80.000 en cuatro años.

Pese a que la Mesa de Contratación propuso a Dant 2023, la empresa descartada se ha interesado ya ante el Ayuntamiento de Oliva en conocer por qué se ha quedad fuera, ya que han estudiado el documento hecho público en la PCE y afirman que se han «dado puntos a Dant 2023 le han dado más puntos de los que fijan los pliegos», uno de ellos en de instalación urinarios, donde no dice ni cuántos ni como van a ser. Uikiki, sin embargo, establece que serán 60 y de qué tipo de cada uno, entre ellos adaptados.

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