Oliva saca a la luz la bóveda de la Torre de la Pólvora del XVI que levantaron los Centelles

Esta construcción es del XVI, momento en que la familia Centelles amplió el palacio. Pero el paso de los años y la construcción de casas adosadas a la fortificación, en los últimos dos siglos, han hecho que buena parte del recinto haya quedado tapado por viviendas.

La Torre de la Pólvora vio la luz en 2020, tras unos trabajos de vaciado de una de las viviendas que la ocultaban. Ahora, el consistorio impulsa, desde el área de Patrimonio, la recuperación interior de la Torre de la Pólvora, que debe su nombre a que era allí donde se almacenaba el material defensivo y era, además, el espacio donde estaba el personal que vigilaba la vivienda condal.

Los soldados hacían uso también de un «pequeño patio de armas», que también se recuperó el pasado año con el vaciado de la casa de Les Torres, 14. El concejal Julio Llorca explicó que en estos trabajos se van a invertir 48.000 euros de fondos propios y que las obras comenzarán a final de año, «si todo va bien». «Durarán unos cinco meses. En estos momentos se está redactado el proyecto, del que ya conocemos algunos datos», precisó el edil de Compromís.

El plan prevé la retirada de los materiales que han ganado espacio en el interior de la torre. De hecho, varias capas de cal y otros productos tapan la bóveda que sostiene terraza de la fortificación, desde donde los soldados vigilaban y avistaban si se acercaba algún peligro al Palau. Las obras dejarán a la vista la bóveda, tal y como se construyó en el siglo XVI.

Pero, además, se actuará en el resto de la construcción. «Se renovarán los forjados, que son mucho más recientes y están en muy mal estado. Hay que cambiarlos. Se retirarán las viejas vigas y se colocarán nuevas de madera siguiendo el patrón constructivo tradicional. Se calcula que serán necesarias unas veinte nuevas vigas y también se colocarán azulejos de barro«, precisó el titular de Patrimonio.

Esta actuación dejará tres espacios visitables. La Torre de la Pólvora se podrá conocer por dentro. De hecho, se prevé habilitar también una escalera, con técnicas constructivas de la época. Esta se sumará a la Torre de la Comare, donde ya se puede entrar, tras la última restauración.

También se puede acceder a la zona del foso. En este espacio ahora hay un jardín que realza los muros que se pueden ver desde la calle. Los trabajos anteriores que permitieron las mejoras en Comare, el foso y el exterior de la Pólvora costaron unos 400.000 euros y contaron con financiación local y europea.