Projecte Oliva ya tiene socio de gobierno para los próximos cuatro años

El partido ganador de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo en la ciudad de Oliva ya tiene socio de gobierno. Projecte Oliva ha cerrado un acuerdo de legislatura con una de las formaciones que concurrieron a los comicios y con la que ha sido posible sumar el número de ediles necesario para obtener una mayoría absoluta y, por tanto, sacar adelante iniciativas durante los próximos años sin dificultad.

Projecte Oliva, el partido liderado por Yolanda Pastor, y que será la alcaldesa de la ciudad desde este sábado, ha llegado a un pacto con UCIN, el partido que concurrió a las elecciones locales con el edil Salva Llopis como candidato. El triunfo de Projecte Oliva y Pastor no tiene precedentes en las últimas legislaturas en Oliva.

De hecho, en los últimos 20 años han gobernado Compromís y PSPV, en ocasiones con otros partidos. Esto viene ocurriendo desde 2003, exceptuando un paréntesis de menos de dos años en los que el Partido Popular ganó y ostentó la alcaldía con Chelo Escrivá, hasta que el resto de partido le hicieron una moción de censura. Paradójicamente, esta legislatura el PSPV fichó a Escrivá como asesora.

La formación de Pastor ha acabado con esta tendencia al arrasar en las elecciones de mayo. El partido sacó 10 concejales, frente a los seis que obtuvo en 2019, cuando ganó las elecciones y no pudo gobernar justo por un pacto de Compromís y PSPV. Este acuerdo ha pasado factura a los partidos de izquierda, que han perdido apoyos en las urnas.

El PSPV de Ana Morell ha pasado de cinco concejales a cuatro, mientras que Compromís, con Yolanda Balaguer, ha perdido la mitad de ediles, de seis a tres. El resto de formaciones obtuvieron dos ediles, tanto el Partido Popular, con Germán Salazar al frente, y UCIN, con Llopis, que dejó el PP para concurrir con esta otra formación.

Desde Projecte Oliva han estado negociando estas semanas tanto con el PP como con UCIN y, según ha podido averiguar este periódico, al principio se valoró integrar a los dos partidos, pero finalmente la agrupación ha decidido viajar esta legislatura de la mano de Salva Llopis y Rosa Pous, su número dos.

El partido, según han informado desde la dirección, «sólo ha querido llegar a un acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años, que dé estabilidad a la ciudad y puedan desatascarse problemas que llevan encallados décadas y que tanto el PSPV como Compromís llevan dejando de lado desde hace años».

A todo esto, han agregado, que tras la investidura, en la que Llopis y Pous darán su voto a Pastor para que sea alcaldesa, aunque no sería necesario si cada partido se vota a sí mismo, se abordará el reparto de carteras municipales. Esto es lo que menos ha preocupado, han informado, durante las semanas de negociaciones. Es más, han indicado que con UCIN ha sido «fácil acordar un ejecutivo para dar estabilidad a la ciudad», sabiendo de antemano que las concejalías se negociarán tras la investidura de Pastor como primera edil de la Ciudad Condal.

Lo que sí ha averiguado este periódico es las funciones que hay reservadas en el futuro gobierno para algunos miembros de la lista, que tendrán un papel decisivo en el nuevo ejecutivo bipartito. Es el caso de Joan Mata, actual edil y uno de los que más han trabajado en estos cuatro años haciendo oposición junto a Pastor.

Este concejal sería el único que ya tendría un papel dentro del nuevo gobierno, asumiendo áreas de mucho peso y que arrastran muchos problemas. Mata, si todo va como está previsto, asumirá los departamentos de Contratación y de Urbanismo. Esta segunda cartera es la que más dolores de cabeza ha dado a los gobiernos locales durante las últimas décadas, dejando muchos de ellos de lado y promoviendo iniciativas urbanísticas sin cerrar otras, lo que ha generado un verdadero caos en la ciudad.

Vecinos de todos los sectores de la ciudad tienen quejas hacia este área, que en la última legislatura se dividió entre Compromís y PSPV, con Urbanismo para los nacionalistas y Planteamiento Urbanístico para los socialistas. La mala relación entre ambos partidos y las reticencias de dejar en manos del PSPV, en 2019, Urbanismo viene de lejos, tanto desde la gestión de la urbanización Aigua Blanca, de cuya parálisis, Compromís siempre culpo a los socialistas, y de otros temas como la reforma de la casa de la edil Ana Morell, en una zona protegida de Oliva, que levantó polémica y enfrentó en los tribunales a la socialista y al exalcalde David González, algo inédito entre socios de gobierno.

Los líderes de ambas formaciones han hablado del pacto en un comunicado. Yolanda Pastor ha indicado que se trata de un acuerdo importante que garantiza"la estabilidad política de la ciudad". "Un gobierno más discreto, que tome decisiones importantes y reforme la administración local necesita de amplios acuerdos y consensos que lo hagan posible. Así hemos conformado un acuerdo de gobierno con UCIN y tendemos la mano, como les hemos dicho personalmente a todos los portavoces, a que todas las fuerzas que quieran sumarse al cambio lo hagan”.

Llopis, por su parte, desde UCIN ha dicho que agradecen a Pastor y a Projecte "que haya acertado en nuestra elección para llevar a cabo este cambio necesario en todos los niveles, tanto político, como de estabilidad, como de gestión, y quiero recalcar lo de gestión, en el sentido, que el pueblo de Oliva lo está pidiendo, y así se ha visualizado los resultados de las elecciones del pasado 28 de mayo. Hemos sido los dos únicos partidos que hemos crecido en cuanto a la confianza de los ciudadanos".

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