Fin al punto negro de La Font donde se registran 20 accidentes cada año

El conocido como Camí d'Oliva, la carretera que une esta población y que parte de La Font d'en Carròs, donde ocupa más término municipal, deja de ser un punto negro de la red viaria de la Safor. Este tramo de carretera, que dejó de ser camino rural hace unos años, es uno de los que más siniestros registra, con unos 20 accidentes al año, según un informé que preparó la Guardia Civil antes de las obras.

La actuación para ampliar esta carretera y acabar con tres curvas peligrosas, a la altura del paraje de La Foia, comenzó hace unos meses con una inversión de medio millón de euros. Esta vía se convirtió hace 20 años en una de las más transitadas en la comarca pese a estar catalogada como rural. "Muchos turismos cuando llegan a la Safor por la CV-60 y quieren ir hacia Oliva o la Marina atajan por La Font y cogen esta carretera hasta Oliva", ha precisado el alcalde de La Font, Pablo Puig. 

Por eso, hace ahora seis años, el gobierno local inició los trámites para que la Diputación o la Generalitat asumieran la titularidad de la vía y se catalogara como carretera. Tras años de gestiones se logró, y ha llegado la ampliación de varios tramos y la supresión de las tres curvas peligrosas. Con ello, se obtiene más seguridad en el firme y se acabará con problemas de inundaciones en la vía y desprendimientos en la calzada.

De hecho, se han construido muros de varios metros a ambos lados de la vía. "En el margen derecho, de la montaña, se evitarán los desprendimientos que se producen cuando hay fuertes temporales; en el izquierdo, además se colocarán vallas, para acabar con las salidas de los turismos de la vía", una constante en la carretera que se espera solventar con las obras, que acabarán en febrero de 2022.

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