Renfe entrega a Tavernes el proyecto de la estación de tren con un paso subterráneo

La estación de tren de Tavernes «totalmente accesible» y con un paso subterráneo que evite cruzar las vías y ponga fin a la peligrosidad a la que se enfrentan a diario los usuarios de este transporte parece que tiene los días contados. Responsables de Renfe entregaron ayer al alcalde Sergi González el proyecto que cuenta con una inversión de seis millones de euros en una reunión que ambas partes mantuvieron en el Ayuntamiento.

Desde hace tres semanas el proyecto está en proceso de licitación, pero fue el martes cuando el ejecutivo conoció más detalles del mismo. Será una remodelación total del edificio, con rampas de acceso, paso subterráneo y ascensor para convertirla «en una de las mejores estaciones de tren», apuntó el primer edil. Esta infraestructura pondrá fin a una «reivindicación histórica de Tavernes y cumplirá con todas las normativas». Será una reforma integral del edificio, el andén y el entorno, que en los últimos años sólo ha tenido pequeñas reformas puntuales y que los usuarios y el gobierno llevan años exigiendo.

El proyecto no había visto aún la luz, y ahora, con este paso que han dado desde la empresa ferroviaria, el ejecutivo ya ha podido comprobar que la intención de llevar adelante esta reforma en la estación es firme. «Hemos insistido durante muchos años y fruto de esa insistencia ahora se verán los resultados», destacó el primer edil.

De momento, los plazos administrativos están marcados, aunque estas obras de gran envergadura normalmente suelen presentan algunos problemas durante la construcción, como sucedió en Xeraco donde se retrasó más de medio año.

El proyecto ha salido a licitación pública para que las empresas puedan optar a este contrato y el plazo se cierra el 10 de octubre. A partir de ahí se estudiarán las ofertas y se adjudicará a una de ellas, así que siguiendo estos trámites se prevé que la obra arranque en febrero o marzo del próximo año. En el contrato se estima un plazo de ejecución de 14 meses, así que podría estar finalizado para el verano de 2021 poniendo fin el riesgo de atravesar las vías cada vez que los usuarios bajan del tren.