ó. de la dueña
Simat
Martes, 13 de octubre 2020
El Monestir de Santa Maria de la Valldigna lleva cinco años en el más profundo olvido de sus responsables: La Generalitat. El Gobierno Valenciano hace oídos sordos a las peticiones de la Mancomunitat de la Valldigna, que reclama obras urgentes de restauración y un plan de uso para el conjunto arquitectónico.
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Esa falta de atención se ha puesto de manifiesto en el último año. En noviembre de 2019 cayeron varios piezas del claustro gótico del cenobio y durante todo el invierno ha crecido una higuera en lo alto del campanario. La ausencia de visitas de técnicos de la Conselleria de Cultura ha permitido estos hechos, por lo que el conjunto histórico se ha mantenido cerrado tras la cuarentena.
Esta situación produce «hartazgo» en la Valldigna, donde el alcalde de Simat, Víctor Mansanet, denunció que lleva «cinco años» intentando que se intervenga en el recinto impulsado por Jaume II en 1298: «Llevamos un lustro reclamando actuaciones. No grandes obras, sino intervenciones de urgencia que eviten el deterioro de este bien tan preciado por todos los valencianos».
Pero la respuesta que se ha obtenido ha sido nula. Mansanet explicó que tanto él como el presidente de la Mancomunitat de la Valldigna, Josep Antoni Alberola, se han puesto en contacto con responsables del Consell en estos años. «Todos conocen la situación, hasta Ximo Puig y Vicent Marzà. Les expliqué como estaba el cenobio, aquí. Fue en febrero de 2019«, dijo el alcalde.
El Gobierno Valenciano celebró la última reunión de la pasada legislatura en el monasterio de la Valldigna, momento en que Mansanet trasladó el «mal estado» del recinto al jefe del Consell y al titular de Cultura. «Pero no sirvió de nada», precisó el primer edil de Simat.
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Antes de todo esto, en la pasada legislatura, desde la Mancomunitat se mantuvieron encuentros con responsables del Consell, como la directora general de Patrimonio, Carmen Amoraga, y con los secretarios autonómicos de Cultura, Albert Girona, primero, y Raquel Tamarit, después, relató Mansanet.
«En ningún caso se avanzó y las consecuencias están a la vista, con una higuera en el campanario, desprendimientos y moho en algunos muros de la iglesia«, añadió el alcalde, quien dijo que va a solicitar por carta una reunión con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
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«Pediremos a Puig una actuación de urgencia, que se reparen los daños que ha causado la higuera, que se repongan las dovelas del claustro y que se coloquen los florones de la iglesia, que llevan almacenados desde hace años«, indicó. Estos elementos barrocos estaban en la iglesia de Benifairó, pero eran del monestir. En la población vecina se colocó una réplica y los originales se guardaron hace años.
Por otra parte, Mansanet denunció que el cierre del monasterio causa a Simat la pérdida del 70% del turismo. «Tenemos una oficina con persona y ofrecemos la Mezquita de la Xara y rutas, pero cuando decimos que el cenobio está cerrado siete de cada diez personas dicen que no vienen. Eso causa un perjuicio para la economía de los locales de simat y para el consistorio que tiene que mantener el servicio de turismo y a personal para atenderlo«. Reclaman una solución al problema de la higuera en el campanario.
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