El Supremo condena a Gandia a pagar las costas al anular la concesión de la recogida de animales

El alto tribunal reconoce que la contrata que impulsó el consistorio de Gandia con una empresa en el año 2016 para la recogida de animales perdidos o abandonados en la calle no se ajustaba a la legalidad, ya que incumplía «el punto más importante», tal y como aseguraron ayer desde Spama.

Además, la sala condena a Gandia a pagar las costas del proceso, un revés para el gobierno local, ya que tendrá que abonar a Spama una cuantía de 2.000 euros, como estipula la sentencia.

Este proceso ha acabado reconociendo que la anterior concesionaria del servicio carecía de un recinto con el certificado de Núcleo Zoológico, donde pudieran estar las mascotas que recogían en la calle. Spama acudió a los tribunales y presentó un contencioso administrativo, primero en Valencia, tras tres años y medio de concesión a la anterior empresa, cuya gestión siempre estuvo en el centro de la polémica.

Pese a obtener la razón en septiembre del pasado año, el Ayuntamiento de Gandia recurrió y ha sido ahora el Supremo quien ha vuelto a dar la razón a la Protectora de Animales de la Safor, con sentencia firme y con condena al Ayuntamiento de hacerse cargo de las costas.

Da la casualidad que SPAMA es la nueva concesionaria del servicio, ya que acordó con el Ayuntamiento de Gandia un convenio para recoger los animales y cuidarlos en su albergue de la partida La Banyosa de Gandia.

Desde el gobierno local (PSPV y Compromís Més Gandia) han indicado que esta sentencia reconoce que la concesionaria de aquel contrato «carecía de núcleo zoológico», pero que ese acuerdo ya finalizó.

«Es inaplicable», dijo ayer Jose Manuel Prieto, quien remarcó que durante el proceso de estos años ha quedado claro que los «pliegos de condiciones» eran correctos y que la labor del consistorio fue correcta.

El concejal del PSPV remarcó que se pasó de un sistema de concesión a uno de «convenio» y que es precisamente Spama quien tiene ahora el servicio. Desde la Protectora de la Safor explicaron que en su albergue los animales que se recogen son entregados a sus dueños si tienen chip y que si esto no es posible se les busca familia de adopción, pero nunca «se les sacrifica».