La supresión del paso a nivel de Tavernes, paralizada y sin fecha de finalización

Las obras de modernización de la estación de tren de Tavernes de la Valldigna están paralizadas y con ellas la supresión del paso a nivel que tienen que atravesar los usuarios para poder moverse de un andén a otro. Esta obra es una de las grandes reivindicaciones de la localidad y de toda la Valldigna, ya que el recinto está entre el casco urbano y la playa y son muchos los usuarios que toman allí el tren de Cercanías, procedentes de otras localidades como Simat o Benifairó. La actuación tiene un coste de 4,4 millones y tendría que estar acabada desde hace ocho meses. Se desconoce cuando se retomarán los trabajos y, por tanto, no hay fecha de finalización.

Los trabajos ya tendrían que estar terminados, concretamente tras el verano de 2022, pero la estampa que se encuentran los viajeros viene siendo la misma en los últimos meses: una actuación a medio hacer y con mucha obra pendiente de ejecutar todavía. Esta actuación arrancó en 2021 como una de las grandes obras de la legislatura en Tavernes. La actuación contemplaba la modernización y ampliación de la estación, que se quedó pequeña hace décadas y la construcción de pasos inferiores para evitar que los usuarios cruzaran por encima de las vías.

La accesibilidad era otra de las premisas. Se pretendía hacer la estación más cómoda para los usuarios y colocar ascensores para bajar a los pasos inferiores, además de las habituales escaleras. Esta obra llegó justo después de la construcción del paso inferior en Xeraco, también con ascensor y se pensaba que la obra de Tavernes estaría también en un plazo razonable de tiempo, algo más de un año. Pero no ha sido así. La obra está paralizada y sin operarios y nadie sabe a ciencia cierta o quiere decir qué ha pasado.

Las imágenes que ven los vecinos de Tavernes o los que pasan por la estación en el tren hablan por ellas mismas. Las obras llevan tiempo paradas. La actuación tendría que estar acabada tras el verano de 2022, con los pasos inferiores abiertos, los ascensores funcionando y la estación ampliada, para dar cobijo a los miles de usuarios que pasan por allí cada día.

Pero de todo eso no hay nada. Obras de cimientos, algunos muros y poco más. «Una obra completamente empantanada», ha precisado María Mitsud, una de las usuarias que toma el tren a Valencia a diario. «Creo que llevo dos años o más viendo la misma situación y hace meses que por aquí no se ve a nadie trabajando», ha precisado la vecina de Tavernes.

Fuentes del Ayuntamiento de Tavernes han indicado que son conscientes de que la obra tenía que estar terminada ya, pero no saben el porqué de esta parálisis. «Desconocemos si la empresa ha quebrado o si está negociando con Adif algún tipo de aumento por el incremento de costes de los materiales». En cualquier caso, han reconocido que si la obra hubiera ido según el ritmo marcado el «aumento de costes prácticamente no la habría pillado».

Aún así, desde Tavernes han remarcado no saber qué pasa en la estación. «Hemos preguntado a Adif, para ver qué ocurre y que nos den una explicación, pero no nos contestan», han remarcado las mismas fuentes. A quien tampoco ha contestado Adif es a este periódico que lleva más de una semana esperando una respuesta sobre la situación en Tavernes.

El organismo de gestión ferroviaria indicó a LAS PROVINCIAS que estudiaría y averiguaría que ha ocurrido en Tavernes para que la obra de remodelación de la estación esté paralizada, pero no ha dado respuesta pasada ya una semana desde que se requirió la información.

En cualquier caso, los verdaderos afectados por este parón de las obras son los usuarios. La estación de Tavernes era pequeña, con una sala donde estaban los tornos y alguna máquina para vender billetes. El espacio era tan reducido que la obra, además de suprimir el paso a nivel para que los usuarios tuvieran más seguridad, contaba con una ampliación del recinto, para poder habilitar nuevos baños más amplios, salas de espera para los días de frío y lluvia y espacio para colocar máquinas expendedoras, que ocupaban casi toda la sala.

La actuación contemplaba también la ampliación de la zona de aparcamiento, ya que la estación está alejada del casco urbano y para llegar allí es necesario algún tipo de vehículo, turismo, bicicleta o transporte público. Esta es otra de las quejas de los vecinos la escasez de autobuses para poder llegara la estación. «Tenemos que tirar de taxi o de familiares, sino te pasas medio día aquí esperando un bus», ha señalado otro viajero.

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