El tesoro del maestro de la pintura de Xàtiva oculto en Rafelcofer

La iglesia de Rafelcofer ha sacado de un rincón una joya del arte valenciano. En lo alto de un altar, acumulando polvo y perdiendo fragmentos de pintura, ha aparecido el 'bocaport' del Cristo, un lienzo que durante décadas tapaba el altar cuando la escultura salía de procesión, se movía dentro del templo o era periodo de cuaresma. La obra es del pintor de Xàtiva Joaquín Tudela Perales, un artista considerado uno de los maestros del paisajismo y del retrato español del siglo XX.

En Rafelcofer están más que alegres del hallazgo y de su restauración. El proceso ha sido impulsado por la Comisión del Cristo y por el Consejo Pastoral de la iglesia, que está bajo la advocación de San Antonio de Padua y San Diego de Alcalá. Todo con la estrecha colaboración del cura titular de la parroquia, Marcos Senabre. De hecho, este pasado fin de semana, el párroco ha llegado a hacer dos presentaciones del resultado de los trabajos, el sábado por la tarde y el domingo por la mañana, ante el interés que ha suscitado en la población el hallazgo y la puesta en valor de la obra de Tudela.

«Los vecinos de Rafelcofer están más que entusiasmados con la recuperación del 'bocaport'», ha indicado Ramón Puig, restaurador y miembro del Consejo Pastoral. La obra del setabense está realizada sobre un lienzo, «algo peculiar, que se hace pocas veces», lo más habitual era «colocar una tela elegante lisa, en algunos casos con una cruz o una imagen muy sencilla», ha precisado el experto en patrimonio local.

El 'bocaport', ha añadido Puig, es de los años 50, y el «proceso ha servido para recuperarlo, colocarle el bastidor y poder colgarlo en la iglesia como un cuadro más, como la obra de arte que es». El bocaporte estaba enganchado a unos clavos y enrollado en la parte de arriba del altar del Cristo. En este estado su degradación era avanzada. De hecho, los trabajos de restauración han consistido en «salvar la obra, no en cubrir los espacios donde ya había saltado el óleo», ha comentado Puig.

«Si el 'bocaport' hubiera seguido algún año más en esa situación, sobre el altar, sufriendo humedades, el peso del polvo y el impacto de los focos, hubiera sido irrecuperable, sin duda alguna», ha indicado Puig. Pero, afortunadamente, la obra se halló en 2020 y los integrantes de la Comisión del Cristo de la población han querido acabar su periodo «con esta primera fase de restauración del lienzo, para evitar que se acabara perdiendo».

«Los trabajos los ha llevado a cabo el taller de Xavier Ferragud, de Algemesí», como ha expuesto Samuel Breco, seminarista y miembro también del Consejo Pastoral. El joven ha remarcado la importancia de los bocaportes. «Eran fundamentales dentro de la actividad en las iglesias del territorio valenciano, ya que en determinados momentos la Cruz del Cristo se colocaba en el altar mayor y había que cubrir el hueco que dejaba, en periodos de Cuaresma, por ejemplo», ha añadido. El coste de la actuación ha sido de 4.500 euros.

El Cristo es obra del importante imaginero José Romero Tena y se adquirió en los años 40 del siglo XX. «En la Guerra Civil se quemó todo y la iglesia se quedó prácticamente vacía, por lo que tras la contienda se fueron encargando nuevas tallas según se podía», ha contado Puig.

El lienzo se ha colgado en la capilla de la Inmaculada del mismo templo. El lienzo luce como un cuadro más, donde Tudela representó al Cristo en la parte superior y el pueblo de Rafelcofer abajo, como ha relatado Puig. «Sabemos que es de los años 50 por que ya está la escuela en las afueras del pueblo. En la obra se ve la torre de la iglesia y las casas», ha añadido.

Sobre la obra, Puig ha precisado que es de grandes dimensiones, de tres metros de alto por uno y medio de ancho. En el aspecto artístico, el joven ha aseverado que Tudela utiliza «una paleta de colores reducida». «Para la cruz, el ocre y el negro, y en la parte de abajo predomina el verde para los huertos de naranjos y los tonos tierra para el entramado urbano de la época. Destaca también su peculiar visión de las montañas, con un toque violáceo, muy propio de Tudela».

Ahora queda pendiente la reposición de la pintura: «Hay tramos donde falta pintura, que ya se ha caído por el proceso que ha sufrido de escamación, pero la obra en sí está salvada. Más adelante tendremos que estudiar si estos huecos se reintegran o se queda tal y como está». Precisamente, este 2022 la iglesia de Rafelcofer cumple dos siglos. «El templo acabó de construirse en 1822, aunque ha sufrido reformas, ampliaciones y ataques en estos 200 años», ha agregado Breco.

El proceso de mejora del templo ha durado una década y se han reparado goteras, humedades y se ha actuado sobre la cripta para evitar que la humedad dañara los muros más bajos del templo.

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