A. Talavera
Alzira
Viernes, 18 de agosto 2023, 11:32
Las tranquilas aguas del litoral valenciano fueron testigo de un hecho muy inusual, la mordedura de una tintorera a un bañista en Oliva. Sobre la una de la tarde del jueves un hombre que estaba disfrutando de su habitual baño en la playa de Aigua Blanca «vio una sombra, noté un golpe en la pierna izquierda y luego un mordisco en el pie derecho», explica el afectado.
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Este vecino de Oliva se encontraba muy cerca de la orilla, con el agua más o menos por la rodilla, y rodeado de muchos otros bañistas que se refrescaban en este día veraniego de agosto. «No me dio tiempo ni asustarme. Al notar que me salía sangre me fui por dentro del mar para no alarmar a toda la gente», recuerda el hombre.
Así, con mucha calma y discreción y sin saber exactamente que le había pasado acudió a la posta sanitaria más cercana donde le remitieron al Centro de Salud de Oliva a causa de la gravedad de la herida. Allí le curaron la lesión que tenía en el lateral del pie y le administraron una dosis de la vacuna contra el tétanos pero no le pusieron puntos porque al tratarse de una mordedura de un ser vivo se podrían infectar, según los sanitarios.
Al ver la marca de los dientes, los especialistas le tomaron fotos para consultar que tipo de pez le había causado el daño y por la marca de la dentellada determinaron que se trataba de una tintorera.
Ante el conocimiento de este hecho, el Ayuntamiento de Oliva ordenó de forma inmediata la prohibición del baño en la playa de Aigua Blanca, Rabdells i Aigua Morta ya que se inició un protocolo de vigilancia y se avistó al animal por la zona. Además se aumentó la vigilancia en la zona para ver por dónde estaba moviéndose la tintorera. Desde ese momento se ha estado controlando todo el litoral de Oliva y tras comprobar que el escualo ya no estaba en la zona se decidió reabrir todas las playas en la mañana del viernes. «Se han realizado batidas y se sigue vigilando y está la costa de Oliva libre por lo que se ha vuelto a la normalidad», ha explicado el concejal de Playas, Salvador Llopis.
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Una normalidad absoluta ya que los vecinos y turistas de Oliva llenaban sus playas tras la reapertura. «Algo se ha comentado pero estamos nadando como cualquier otro día», apuntaba María, una de las asiduas en la zona.
Tampoco teme al agua hombre herido por este tiburón. «Lo primero que voy a hacer cuando me cure el pie es volver. Si le coges miedo a las cosas estás perdido», señala tras salir de la cura diaria y agradecer a Cruz Roja y los trabajadores del Centro de Salud de Oliva la buena atención que le han prestado tras el incidente. Este hombre todavía necesitará unos días para poder volver a andar con normalidad pero resta importancia a lo sucedido.
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La tintorera es una de las especies de tiburón más comunes en todos los mares y también una de las más buscadas por los pescadores. Sin embargo, no es habitual verlas por la zona litoral ya que viven en alta mar y no bajan al fondo. Según los registros de la Fundación Oceanogràfic sólo suelen recibir entre cuatro y seis avisos de avistamientos al año.
El hecho de que el tiburón azul que se acercó a Oliva estuviera nadando en apenas medio metro de agua indica que «debe estar enfermo o desorientado ya que les supone muchas molestias estar arrastrándose por la arena, no es su medio natural», explica el biólogo de la Fundación Oceanogràfic y experto en tiburones, Jaime Penadés.
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Este experto también destaca que lo sucedido en Oliva no se trata de un ataque si no de una interacción entre el animal y el humano, como un choque al estar desorientado. Este tipo de tiburón tiene unos dientes muy afilados con una mandíbula superior muy marcada que en caso de ataque causaría daños mayores. Sin embargo, no es nada frecuente que vea a los humanos como presas porque es meso depredador y se alimenta de peces pequeños y calamares.
«No hay que tener miedo a los tiburones porque el porcentaje de ataques es muy bajo, y sólo se producen entre siete y doce muertes al año en todo el mundo por esta causa» y producidos por especies de escualos más peligrosas como el blanco o el tigre, recuerda Penadés.
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En la Comunitat Valenciana se tiene constancia de dos mordeduras anteriores de tintorera a bañistas, en 1993 en la playa de la Malvarrosa y en 2016 en Elche donde el animal hirió a un hombre en la mano.
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