

Secciones
Servicios
Destacamos
Ó. DE LA DUEÑA
GANDIA.
Viernes, 29 de marzo 2019, 00:45
Los vecinos de dos edificios de la avenida República Argentina de Gandia exigen el cierre «inmediato» de un bajo comercial donde se hacinan más de 25 inmigrantes de forma ilegal. Los propietarios de los pisos lamentan que el gobierno local (PSPV y Més Gandia) «esté dejando pasar el tiempo» mientras hay «personas viviendo en condiciones inhumanas», como indicó ayer Elisa Carbó, presidenta de la Asociación de Vecinos.
Carbó, además, es una de las residentes de los dos bloques de viviendas que rechazan que el bajo comercial se destine al alquiler de espacios para dormir: «Es un local pensado para albergar una tienda, pero desde hace dos años viven personas ». Desde fuera se puede ver como se han levantado numerosos tabiques de madera, dejando así compartimentos a modo de habitaciones.
En el local habitan más de 25 personas que, al parecer, pagan una cantidad que oscilaría «alrededor de los 40 euros semanales», como alguna de las personas que ahí vive ha comentado por las tiendas del barrio. Los vecinos del distrito iniciaron la lucha contra este tipo de «negocios», dijo Carbó, hace dos años: «Hemos tratado el tema varias veces en las Juntas de Distrito. No sólo está este local, hay pisos masificados en las calles aledañas».
Las quejas de los vecinos de República Argentina cristalizaron a mediados de febrero, cuando tras elevar varias protestas al gobierno local, desde el ejecutivo se anunció la clausura de este bajo. Desde el gobierno de Gandia indicaron el 14 de febrero que se iniciaban los trámites para desalojar el recinto, ya que incumplía la licencia otorgada de establecimiento comercial.
El área de Urbanismo de Gandia notificó a la propietaria del local la retirada de la licencia. Desde el gobierno añadieron que se había constatado, en varias ocasiones, que allí se estaba llevando a cabo una actividad que se no se ajustaba al permiso otorgado en su día para un bajo comercial.
Desde el consistorio recordaron que la ley «es muy garantista» y que se debían cumplir los plazos tras la notificación. En su día, el responsable de Urbanismo de Gandia, Vicent Mascarell, comentó que tras la llegada y la recepción del escrito por parte de la titular del local había que abrir un plazo por si quería alegar al decreto de cierre.
Pero ya ha pasado mes y medio y los vecinos dicen «estar cansados». Carbó como los residentes de los 32 pisos de los dos bloques sospechan «que no se va a hacer nada por solventar esta situación» y que están en «peligro» tanto los ocupantes de este bajo como los vecinos de los pisos superiores.
Carbó recordó, como ya contó este periódico, que en este bajo se hace «vida doméstica». Las personas que allí se hacinan en pequeños habitáculos cocinan en una especie de sala que se encuentra en el fondo del local, «pese a no estar preparado para estos usos».
La residente y representante de la Asociación de Vecinos de República Argentina aseguró que las personas que viven en los pisos superiores «lo empiezan a pasar mal». En los «días de más calor sale vapor, es de lo que cocinan las personas en ese bajo. No tiene respiraderos, ya que recae a un garaje».
Por otra parte, Carbó dijo que existe miedo a que ocurra una desgracia en el edificio: «Tenemos pánico a que se produzca un incendio por la noche mientras dormimos. Esto es un peligro. A este local se entran bombonas de butano para cocinar o para otros usos, no sabemos si hay estufas de butano. En ese caso estamos encima de un polvorín».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una luna de miel que nunca vio la luz
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.