Xeraco rastrea tres pozos en busca de la procedencia del agua contaminada con plaguicida

El Ayuntamiento de Xeraco está a la espera de las analíticas que se han realizado a los tres pozos de los que se abastece de agua la población para localizar cual de ellos es el culpable de que el agua del grifo esté contaminada. Salud Pública informó el viernes de la elevada presencia de nitratos y de un plaguicida (Terbumenton Desetil) en el suministro y prohibió su uso para beber y cocinar.

Desde entonces los técnicos junto con el Consistorio tratan de hallar el origen de la contaminación. El alcalde Avelino Mascarell ha explicado que existen tres pozos, Galera I, Galera II y Font de l'Ull, que abastecen a la localidad. En estos tres puntos se está rastreando y «se ha hecho la analítica para descartar el que tiene agua contaminada», aunque el alcalde apuntó que este último no presenta problemas de plaguicida.

El primer edil indicó que el suministro está programado automáticamente y cambia de pozo constantemente, así que una vez se detecte la irregularidad se puede cerrar el abastecimiento desde esa captación y asegurar que el agua del grifo cumple con los parámetros adecuados de calidad para su consumo.

A la espera de estos resultados, el ejecutivo está barajando otras alternativas a corto plazo. Entre ellas, Mascarell señaló la instalación de filtros de carbono en las fuentes públicas del municipio para que los vecinos puedan rellenar botellas y evitar el gasto que están realizando con la compra de garrafas en los supermercados.

Esta sería la vía más rápida para zanjar el grave problema de suministro que tiene la localidad en estos momentos con un agua no apta para el consumo desde hace varios días. Aunque la situación no es nueva para los vecinos ya que desde hace años el agua no es de calidad y presenta una elevada presencia de nitratos y ya estaba prohibida para embarazadas, personas enfermas o para preparar alimentos infantiles, como consta en la factura de los usuarios.

Una situación que ahora se ha agravado por la presencia de plaguicidas, como en 2016, aunque entonces no se prohibió su consumo, y que ha llegado a los acuíferos desde el campo por filtraciones debido a un periodo de lluvias, como explicó el alcalde.

Otras de las alternativas que se estudian es la instalación de filtros de carbono en los puntos de captación del agua y el Ayuntamiento ya ha pedido un informe y presupuesto a dos empresas para poder llevarlo a cabo, aunque es necesaria una gran inversión. No obstante, otra de las alternativas del ejecutivo y que ha puesto en marcha este año ha sido la perforación de un pozo natural que «tiene agua de calidad», aunque el Ayuntamiento aún no dispone de los análisis.