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Tony Leblanc en una escena de la película 'Los tramposos', de 1959, donde se recrea un timo de la estampita idéntico a los que se registran en nuestros días.

Cuatro generaciones del timo de la estampita

Pedro y Genara son una familia de 'artistas' que estafa por toda España

juan esteban poveda

Viernes, 23 de enero 2015, 12:05

Papelitos, papelitos. Quiero papelitos y joyas", decía mientras exhibía fajos de supuestos billetes. No era Tony Leblanc en Los tramposos (1959). Según la Policía, era Genara P. C. y no actuaba en ninguna película sino en una avenida de Jaén. Un timo de la estampita. De manual. Ocurrió el 25 de abril de 2014. La pardilla, una anciana a la que desplumaron 11.000 euros entre joyas y efectivo. Genara en el papel de tontita. Y de listo su marido, Pedro C. D., último de una saga que en comisarías de media España vinculan a los timos desde hace medio siglo. Ya van cuatro generaciones de artistas en la familia. La Policía considera a Pedro y Genara una de las parejas más en forma de España. Tras su última gira se les calcula un botín de 100.000 euros. Timos viejos como la vida misma y mil veces exhibidos en el cine aún funcionan. Sólo en el primer semestre de 2014 la Policía tenía constancia en toda España de 375 casos de tocomocho y 169 de la estampita. Las víctimas, mayores de 65 años en su mayoría. Tan vivos están los pícaros por toda España que se montó un operativo que se saldó con la detención de 29 personas en doce provincias, entre ellas Alicante. Fue la Operación Leblanc, un nombre muy atinado. La Policía destacó el arresto en Talayuela (Cáceres) de dos buenos pájaros: Pedro y Genara.

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Pedro C. D. era el 25 de abril pasado un hombre de 1,75 "con bigote y pelo corto y canoso". Aparentaba unos 60 años a los ojos de la anciana a la que estafó en Jaén. En septiembre, cuando lo arrestaron, tenía gafas y media melena castaña y lacia. Hijo de Ramón y Consuelo, ambos con antecedentes, tiene seis hermanos también con ficha policial. Sus cuatro hijos también han sido reseñados por las fuerzas de seguridad. Como sus yernos y nueras. Alguno de sus sobrinos-nietos también tiene antecedentes policiales. Con Pedro suele actuar su esposa, Genara, con ocho reseñas policiales por detenciones anteriores y nueve requisitorias cuando la UDEV de Jaén dio con ella. Una mujer rubia, pelo largo con coleta, de 1,66 de altura y una cara dulce, capaz de aparentar cuarenta años con la ropa y el maquillaje adecuados o envejecerse con pelucas.

El pasado 25 de abril seguramente llevase una de ellas en Jaén cuando preguntó por un convento a su víctima, una octogenaria. "Mire, es que cuando me iba a bajar del tren he encontrado un paquete bajo el asiento. Tiene mucho dinero. Pero esto no se lo puedo dar a las monjas... Es pecado". Entonces entra en escena el compinche. El listo (Pedro, según la Policía) que se interesa por lo ocurrido. "No, no, no, eso no lo enseñes aquí, mejor vente detrás de estos contenedores". Allí, enseña varios fajos. Aparentemente, billetes de 50 euros.

La tontita les dice que si quieren los fajos de dinero tienen que darle "papelitos y joyas", y comienza una trampa que termina con la anciana yendo a su domicilio y luego al banco hasta que, en un desliz, pierde el rastro de la tontita, el listo y el dinero y las joyas que les ha ido entregando.

La pista de los timadores llevó a la UDEV de Jaén a Talayuela. Hasta una gran casa de amplios balcones. Sus moradores van cubiertos de collares y pulseras de oro y ropas caras. Allí viven Pedro y Genara. Ella conduce un Audi. Él se reserva un Mercedes. En torno a ese domicilio se mueve un clan familiar de once personas, todos con antecedentes. En el registro aparecen joyas en mil escondites, armas, pelucas, dinero en efectivo y un buen taco de papelitos de dimensiones idénticas a los billetes de 50. Uno de los parientes de Pedro tiene una pequeña atracción de feria. La tapadera legal, según la Policía. Con una caravana se mueven por toda España sin dejar rastro. Sólo necesitan aparcarla en cualquier lugar discreto de cualquier ciudad. Y volver a representar su número. "Papelitos y joyas, quiero papelitos y joyas".

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