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LAS PROVINCIAS
Jueves, 19 de febrero 2015, 12:31
Shelly Golay recibió en San Valentín un regalo muy inesperado: un ramo de flores de parte de su marido, Jim Golay, que falleció el pasado mes de junio víctima de un tumor cerebral a los 53 años. Al parecer, el estadounidense no quiso conformarse con eso de "hasta que la muerte nos separe" y antes de morir encargó en una floristería de Wyoming, donde vivía la pareja, que su mujer recibiese un ramo de flores por San Valentín durante el resto de su vida.
Las flores iban acompañadas de una nota en la cual se podía leer "Feliz día de San Valentín dulce. ¡Mantente fuerte! Tuyo para siempre. Te ama, Jim". En un principio Shelly creyó que habían sido sus hijos los encargados de comprar las flores pero tras investigar un poco descubrió que todo había sido idea de su difunto marido.
En unas declaraciones de la mujer al Daily Mail recuerda a su marido como "un hombre increíble" y dice que "sólo él puede amar más allá de las fronteras". Tal y como ella misma reconoce, cuando el amor es de verdad "no hay límites, incluso después de la muerte".
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