Nuevo apellido para Planeta

Diez meses antes de su muerte, el empresario José Manuel Lara Bosch, presumía de ser "la única persona que ha sobrevivido a un cáncer de páncreas y también el único con la Creu de Sant Jordi y la Medalla de la Guardia Civil".

Pero el tumor que le detectaron en 2011 acabó de forma irremisible con el primer editor del país, un hombre que había acrecentado la herencia de su padre, José Manuel Lara Hernández, aquel capitanazo pelirrojo de la Legión y bailarín de Celia Gámez, del que algunos aún recuerdan sus requisas papeleras en la muy franquista Barcelona de la posguerra pistolón en mano. Fallecido el patriarca, se abrió el vacío de la sucesión del imperio. Un imperio que Publisher Neekly valoraba en 2012 en 2.290 millones de euros, volumen de negocio que le convertía en el séptimo mayor conglomerado editorial del mundo.

Para hacerse una idea del poderío de Planeta, y del Grupo Atresmedia (Antena 3, La Sexta, Neox, Onda Cero), además de ser editores de La Razón, suyos son sellos como Espasa, Destino, Austral, Seix Barral, Deusto, Temas de Hoy y el prestigioso Tusquets, entre otros muchos. No olvidemos que los creadores de Círculo de Lectores sostienen también el Premio Planeta, el certamen mejor dotado de las letras castellanas con nada menos que 601.000 euros para el ganador. Al morir José Manuel Lara Bosch dejó a sus herederos un patrimonio de 1.800 millones de euros, lo que, según la lista Forbes, le convertía en la decimoquinta persona más rica de España y en la cuarta fortuna de Cataluña.

Un bocado demasiado goloso para dejarlo a merced de los tiburones financieros que acechan a estas empresas familiares al menor síntoma de debilidad. Por eso, la elección del anterior vicepresidente del Grupo, el abogado José Creuheras, mano derecha del fallecido, y un hombre de la casa, no ha sorprendido a nadie. Además de su estrecha vinculación con Lara, Creuheras es albacea de las acciones del también fallecido Fernando Lara Bosch y representante legal de una de sus hermanas. Entre ambos suman un 50% del accionariado de Planeta. Así que por vez primera en sus 66 años de existencia, alguien que no detenta el apellido Lara preside el emporio.

Bien es verdad que Creuheras siempre ha estado cerca de los Lara. Desde el colegio. José Creuheras Margenat (Barcelona, 1957) conoció allí a Fernando Lara Bosch y se convirtió en su amigo íntimo. Tanto que fue el padrino de su boda. Y, a su prematura muerte (falleció en accidente de tráfico en agosto de 1995 a 40 kilómetros de Barcelona cuando tenía 38 años), se convirtió en el administrador de sus herederos. Está casado con Columna Martí y es padre de tres hijos. Compartía con el difunto José Manuel Lara Bosch y con Carlos Fernández (consejero delegado que ahora pasa a vicepresidente), la afición por el bridge.

Integrado en Planeta desde 1984, conoce de cerca los entresijos de la empresa: fue jefe de prensa, responsable de márketing y de relaciones externas antes de ocupar despacho en la planta noble. Hasta su muerte, fue la mano derecha del fallecido Bubu, como le llamaban cariñosamente sus hijos.

«Buena gente»

Hombre de formas exquisitas, negociador hábil y amigo del consenso, sus apuestas estratégicas como asesor del Grupo le han deparado una autoridad moral incontestable en el seno de la familia Lara. Es amigo personal de José María Aznar y se asegura que, gracias a su capacidad de diálogo, mantiene una buena relación con las altas esferas del Partido Popular. Todo apunta a que dedicará buena parte de su tiempo a la división audiovisual del Grupo. Creuheras estará también encargado de tutelar a los hijos de Lara en sus tareas ejecutivas.

La gestión del sector editorial irá a parar a José Manuel Lara García, el primogénito y, hasta ahora, director general. Le pintan como un «gestor» de ideología "progresista", aunque fuentes sindicales aseguran que despidió a un millar de empleados en una de sus primeras decisiones. Vive con su compañera. Tienen un hijo.

Durante la enfermedad del patriarca, José Manuel Lara García ha trabajado codo con codo con Creuheras. El delfín de los Lara estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Barcelona y, más tarde, se enroló como banquero de inversión en Goldman Sachs hasta ingresar en la empresa familiar en 2008.

El segundo, Pablo Lara (33 años), permanecerá como director de Proyectos Transversales de Venta Directa, con la vista puesta en el desarrollo del Grupo en América Latina. Antes de llegar a Planeta trabajó varios años en empresas del grupo Puig. De Pablo, casado con Anna Brufau Rotés (alto cargo en eDreams Odigeo, la agencia de viajes virtual), dicen quienes le conocen que es "buena gente". Una opinión que se extiende a los otros tres hijos de Lara. "Son gente muy familiar", apuntan. El cogollo familiar lo completan Marta, que ocupa el puesto de Directora Fiscal del Departamento Jurídico de la editorial y Ángela, que trabaja en la delegación barcelonesa de La Razón.

Ellos son los cuatro frutos del matrimonio que José Manuel Lara Bosch contrajo con Consuelo García Piriz. Un flechazo. Ambos se conocieron en 1973, en los salones del Hotel Alfonso XIII de Sevilla donde se fallaba el Premio Ateneo de Sevilla, instituido cuatro años antes por el fundador de la saga. Cinco meses después se casaron en el pueblo de la dama, Olivenza, un enclave de Badajoz transplantado al confín de Portugal y donde se habla el bizarro portuñol.

La viuda Consuelo García, una persona muy discreta, es el epicentro de la familia, en torno a quien se estructura el clan. Ha inculcado a sus hijos la importancia de mantener los vínculos familiares, el valor de la palabra dada y del esfuerzo.

Suelen pasar sus vacaciones en la impresionante mansión (el antiguo club de tenis reformado) que poseen en Santa Cristina de Aro. Otra de las visitas obligadas de los Lara es a su finca de Mairena del Alcor, de donde procede la familia. De hecho, el editor fallecido ostentaba el título de segundo marqués de El Pedroso, el pueblito sevillano donde nació el patriarca de los Lara.