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LAS PROVINCIAS
Lunes, 23 de marzo 2015, 19:43
Nunca un animal de granja adquirió el valor de una obra de arte hasta ahora. En China ya se comercializan cerdos tatuados por un precio que va desde los 69.000 euros en adelante. El impulsor de este fenómeno se llama Wim Delvoye, un tatuador de 49 años que realiza sus creaciones en el país chino, debido a que las leyes de bienestar animal son más laxas.
Desde personajes Disney hasta marcas como Louis Vuitton han sido grabados sobre la piel de estos animales, que llegan a alcanzar los 76.000 euros. Delvoye comenzó esta peculiar práctica en el año 1997 en Estados Unidos, pero fue en el 2004 cuando instaló una granja de cerdos para llevar a un nivel más serio sus creaciones. Actualmente, posee cerca de 20 ejemplares, además de contar ya con un equipo de profesionales dedicados a la anestesia animal. El fenómeno cuenta ya con tres tatuadores.
Sin embargo, esta nueva moda ha generado polémica y se ha ganado detractores. El artista asegura que los animales son anestesiados y que reciben cuidados para que su piel esté hidratada, no obstante, varias organizaciones por el derecho animal señalan que se trata de una actividad abusiva, en la que se les hace sufrir innecesariamente por fines económicos.
«Estos artistas no miden la crueldad con los animales, sólo buscan llamar la antención. Los cerdos, vacas y pollos sienten dolor, tanto como lo hacemos nostros», expresa el portavoz de una asociación defensora del trato ético a los animales.
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