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isabel ibáñez
Miércoles, 6 de mayo 2015, 21:54
Tiene España 68.462 concejales en sus 8.116 ayuntamientos. La mayoría son conocidos apenas en su localidad, personas camufladas en su entorno que la mayor parte de las veces desempeñan el cargo, para bien o para mal, como una ocupación añadida a su trabajo. Entre los que se incorporan a las listas para las elecciones del día 24 (se eligen seis alcaldes más, pero 1.178 concejales menos) hay un grupo con una mochila importante a su espalda, una historia diferente, en muchos casos original, en otros disparatada y en alguno hasta ignominiosa que los ha sacado del anonimato. Como Carlos Navarro. Quizá su nombre no diga mucho, pero sí el apodo ganado por una frase suya pronunciada en Gran Hermano 2: "Le voy a dar dos yoyas que le van a temblar las orejas". No se asuste, si no vive en Vilanova del Camí no tiene nada que temer.
Expulsado por su comportamiento agresivo, también hacia la mujer con la que luego se casó, Fayna Bethencourt, el Yoyas se presenta como alcalde al consistorio de esta localidad barcelonesa, donde reside con su esposa y sus dos hijos. Y lo hace con Vilanova Decide, formación creada por una exconcejal de Ciudadanos (Fayna va también como primera suplente). En el último vídeo del Facebook de Decide, Navarro muestra los bolsillos fuera del pantalón: "¿Qué es esto? Esto podría ser un elefante, pero no lo es, son los bolsillos vacíos de una persona honrada que, si vosotros elegís para que administre los recursos de este pueblo, cuando salga del ayuntamiento saldré con los bolsillos igual que ahora, vacíos. Así que ya sabéis, si queréis justicia social, sentido común y honradez...". Y se acaba el vídeo, vaya. En fin, que cada uno complete la frase como le plazca.
Si necesita más datos sobre el pensamiento de Navarro, puede buscar en Youtube su intervención en una de las tertulias televisivas de las que se hizo habitual, en aquella ocasión (2011) para exponer su postura sobre la inmigración. Se puede decir más claro, pero no más alto; así gritó a una tertuliana marroquí: "¡Lo que tengo me lo he ganado, desde los 14 años, trabajando con dos pelotas peludas, trabajando, no robando! (...) Estoy harto de la demagoga esta. ¡Ignorante! Lo que tengo me lo he ganado, no vengo llorando para que me den vales de comida para gastármelo luego en oro, en grifa y en Mercedes, y fumando Marlboro. ¡Una mierda para todos vosotros, una mierda para ti! ¡A la mierda, que te pires a la Meca!".
Nada que ver, aunque comparta reportaje, con Luis Alberto Nicolás, candidato independiente por el PSOE a la alcaldía de Meruelo, en Cantabria. Trabajador del registro de la propiedad, en la oficina de liquidación de impuestos, se ha hecho famoso por unos carteles que colgó en este feudo del PP de 2.000 habitantes, donde las pasadas elecciones consiguió unos cariñosos 31 votos. Entonces hizo campaña "con traje, más formal, con programa", y reconoce haber pasado estos cuatro años pensando en la manera de transmitir mejor su mensaje, de llegar a sus convecinos, a los que ve cohibidos, "avasallados" por la fuerza de los populares en la zona. Lo consultó con su hijo de 8 años y se decidió: el resultado fueron dos selfies desnudo tapándose pubis y culo con el símbolo de los socialistas, una rosa. El lema: «Soy mejor que tú, y lo sabes. Transparente. No cuentas en Suiza ni en Andorra. Ni tarjeta black. Ni me tocó la lotería de Navidad del feriante".
Como el Pensador de Rodin
Aunque la tenga, a algunos del partido al que representa no les ha parecido graciosa la ocurrencia. "Una denuncia de una persona en la junta electoral" le ha decidido a retirar las fotos de su Facebook, a la espera de que se solucione el problema (tiene más en cartera, en plan El pensador de Rodin y del Cristo de Botero). Las que colgó en las calles tampoco están, pero no las retiró él. Así lo cuenta a este periódico: "Los del PP decían que las había quitado mi familia por vergüenza. Mentira, solo tengo a mi hijo en el pueblo. Me han dicho que han sido madres las que han cogido los carteles y que alguna quiere que se lo firme". Luis Alberto Nicolás jura que había transmitido su iniciativa a responsables del PSOE en Cantabria y pensó que ellos se lo habrían contado a la secretaria general. "Ha habido gente molesta, pero también me han felicitado muchos otros".
Ni por asomo se esperaba la repercusión que ha tenido su desnudo: "Me han llamado hasta de una radio argentina y me piden que les asesore para las elecciones que van a celebrar". Tampoco sabía que Albert Rivera hizo algo similiar cuando era un candidato anónimo. "Lo he visto ahora, aunque no tengo su cuerpo, soy un hombre normal de 51 años".
Se pone serio Nicolás cuando habla de por qué se ha metido en este lío: "En esta zona hay mucho alcalde del PP constructor y si no, con familiares en este sector, que viven cómodamente instalados, como el de Meruelo, que lo es desde 1979 y quiere batir el récord. Y la gente está amilanada, alguno me ha dicho que hasta le miran el sobre con la papeleta para ver a quién vota, aunque me cuesta creerlo. Estamos en el siglo XXI y la gente agacha la cabeza, hay un vasallaje que quiero romper". Pensó que de este modo despertaría a los vecinos. "Ves silencio, miradas de desaprobación, muchos no se atreven a decir que les gusta mi idea. El otro día vino una televisión a hacer un reportaje y no consiguieron hablar con nadie, se escapaban. Y yo no he hecho nada malo, desde luego". También le han llamado para hacer un bolo con un famosillo en una discoteca: "No sé quién era, dije que no y colgué. No es mi idea ser un friki".
Tampoco la de Miguel Joven, el rubito de Verano azul, que en la actualidad hace de guía para los miles de visitantes que llegan cada año a la localidad malagueña de Nerja, donde se rodó la exitosa serie que puso el pueblo en el mapamundi. Es de esperar que la gente le tenga afecto a este vecino que se presenta en la lista del PP de número 12. El partido tiene en la actualidad once concejales, con lo que no sería extraño que, con su gancho, Joven consiguiera entrar en la corporación municipal. Preguntado por este periódico, responde no querer hablar aún de este tema, que prefiere que lo hagan sus compañeros y que no le interesa aprovecharse de su fama. Quiere aclarar que nunca antes se había metido en política: "No he militado en ningún partido, ni siquiera soy afiliado al PP, voy como independiente, pero me lo propusieron y, si salgo, me ocuparía de la concejalía de Turismo".
Lejos de allí, en Nuez, un pueblecito de Zamora, vive Moraima Torres, nacida en 1966 en Cuba de un matrimonio que trabajaba para el régimen de Castro, el padre como coronel y la madre en la administración. Moraima perteneció a las Juventudes Castristas, aunque hoy sea una opositora al régimen: "En parte porque vi otras opciones al hacer la carrera de ingeniería en Alemania". Su esposo, Blas Fernández, llegó a Cuba en una visita del Gobierno de Zamora (era diputado por el PSOE, luego fue alcalde de Nuez, cargo al que se presenta de nuevo) y surgió el flechazo. Trabajan en la explotación ganadera que tenía él y han tenido tres hijas. Ahora Moraima ha decidido presentarse sexta en la lista del PSOE en Rabanales. "Hay mucho PP por aquí y quiero ayudar a la izquierda", dice, sin muchas ganas de hablar de Fidel Castro ni de ser el centro de atención.
A veces es mejor el anonimato. Que se lo digan a la concejala madrileña María Josefa Aguado, número 39 en la lista de Cristina Cifuentes a la comunidad. Su hijo, el torero Gabriel Picazo, puso en su Facebook un mensaje para Podemos -"Os queremos convertir en abono para las cunetas"- y ahora ella ha acabado formando parte de este reportaje.
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