Controlando los bostezos

Controlar es una palabra subjetiva que contiene denotaciones que conllevan a experiencias tanto vividas como aprendidas.

Al pensar en el control de cualquier acto, puede parecer que sea porque vaya a hablar de drogas, pero creo que cada uno ya sabe dónde tiene control y dónde no, por lo que ese tema no es el de hoy. Me gustaría hacer mención por ejemplo a los bostezos, planteémonos si podemos controlarlos o si no.

Igual no sabemos porqué bostezamos, pero tenemos que conocer que el bostezo se produce cuando el cerebro detecta una cantidad excesiva de dióxido de carbono en el torrente sanguíneo, este envía una señal a los pulmones, quienes realizan una inspiración más profunda de lo normal, y con esto se introduce el oxígeno que necesitábamos.

Con esto vemos como el bostezo es algo que nos hace quedar mal, ya sea porque tengamos sueño, porque nos hemos expuesto ocularmente a la luz, o simplemente porque a veces parezca que nos aburrimos, pero podemos explicar o simplemente saber que es necesario.

Ahora bien, sabiendo esto aún queda más curioso cómo, popularmente se dice que, el bostezo se pega.

Si vemos la conjunción del título y analizamos de lo que he empezado a hablar, vemos que controlar aquí es igual de subjetivo que en cualquier otra acción. Aunque parezca que no se puede controlar, es totalmente voluntario actuar y controlar el no bostezar, lo que pasa es que a veces vemos como bosteza alguien y nos apetece o simplemente nuestro cerebro atiende a ese sobrante de dióxido como algo que debemos hacer. Pero si pensamos en cuando tenemos algo al que le damos importancia, está más vigente que cuando no le prestamos atención, es decir, cuando nos ha picado un mosquito, tenemos una herida o cualquier molestia y no le hacemos ni caso apenas notamos la molestia, sin embargo cuando nos fijamos en lo que nos incomoda inconscientemente aumentamos la sensación que tenemos de molestia.

Pero como prácticamente todo lo que tiene connotaciones negativas, tiene algunas positivas. En el caso de los bostezos, hay estudios concluyentes relacionados con la neurociencia que determinan que los bostezos son una vía de escape para el estrés o para la ansiedad, y algunos van más allá, ya que nos dicen que llega a la sensibilización social y a la compasión, por lo que nos acerca al trato con otras personas.

El bostezo no solo es causa de tener sueño, sino también de que nos estamos despertando, por lo que hay ocasiones en las que es necesario para llevarnos a un estado elevado de consciencia cognitiva.

Con todo esto, simplemente intentemos bostezar para despertarnos, para quitarnos el estrés o la ansiedad y para estar más atentos de manera activa.

Gonzalo Escudero dijo una frase corta pero sutil, mi capricho es el humo, la mujer y el bostezo. Por lo que ve el bostezo como el descanso pleno, dormir sin preocupaciones y va muy bien para evitar el estrés.