Simuladores de F1 al alcance de los mortales

Empresas y universidades deben caminar juntos. Es algo que se reclama con vehemencia desde diversos sectores y que poco a poco, parece ir cumpliéndose en España. El penúltimo ejemplo de ello se ha escenificado en el Corte Inglés de la Avenida de Francia de Valencia, donde los clientes pueden disfrutar de la última tecnología en simuladores.

La iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración del Instituto de Robótica y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (IRTIC) de la Universitat de València y PitStop, Centros de Simulación.

«Una de nuestras tareas es que la divulgación y la investigación debe plasmarse en la sociedad. Es un compromiso que el dinero que se invierte en a universidad pública se traslade a esa sociedad y que esta la perciba», explica la vicerrectora de Investigación y Política Científica de la Universitat de València, Pilar Campins. En ese mismo sentido se manifestaba el director de este centro, Joaquín Cerveró. «Era una gran oportunidad y las empresas deben aportar su granito de arena en el desarrollo de las investigaciones».

Son nueve los simuladores de altas prestaciones que conforman este espacio, y en los que se pueden disfrutar como en los mandos de un fórmula 1 y competir con otros usuarios de todo el mundo. La estrella de este espacio es el simulador SIMOVF1, prototipo único en el mundo por el tamaño de su pantalla curva de 280º e imagen FullHD y de los seis grados de movimiento. «Es un simulador que tiene casi las mismas características que los que tienen los equipos de F1. Es uno de los más importantes a nivel nacional y yo diría que único en España», sostiene José Vicente Riera, investigador del Instituto de Robótica de la UV.

Las empresas y centros involucrados en este proyecto han conformado un equipo que finalmente llega al ciudadano en forma de un servicio de ocio producto de una investigación de dos décadas.