
LAS PROVINCIAS
Domingo, 26 de julio 2015, 17:33
El dopaje cruza las fronteras de los deportes reales para llegar a los videojuegos. Y como en toda competición, lo que cuenta es el juego limpio.
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Semanas después de que un jugador de Counter Strike admitiera haber consumido una droga psicoestimulante junto al resto de su equipo durante una competición de eSports, la Electronic Sports League ha anunciado su intención de implementar exámenes antidopaje para descalificar a los competidores que den positivo.
La sombra del dopaje ya hace tiempo que amenaza sobre los juegos electrónicos, pero la polémica se ha reabierto a raíz del último caso más sonado de prácticas antideportivas. Kory Semphis Friesen confesó haber ingerido Adderall, una sustancia empleada en el tratamiento de la hiperactividad y la narcolepsia, para mantener mejor la concentración y aguantar más horas despierto durante un torneo de la Electronic Sport Lige.
A este caso le siguieron las confesiones anónimas de otros jugadores de la misma liga que admitiero haber consumido la misma sustancia.
Tras este episodio, los principales organizadores de los torneos electrónicos han decidido endurecer el reglamento para prohibir el consumo de cualquier droga y se han puesto en contacto con la Agencia Mundial antidopaje y la Agencia Nacional Antidoping para habilitar controles antidopaje aleatorios a los jugadores.
El consumo de estos productos está relacionado con los elevados premios de los torneos y dado el alto nivel de espectadores genera una gran presión a los jugadores.
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