COLPISA/AFP
Domingo, 29 de noviembre 2015, 15:53
La Policía francesa ha detenido a 289 personas en París tras los incidentes entre manifestantes y policías durante la marcha "no autorizada" en la víspera del inicio de la conferencia sobre el clima de la ONU (COP21), que se abrirá oficialmente este lunes. Los manifestantes, muchos de ellos con el rostro cubierto, lanzaron proyectiles a los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos.
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Los manifestantes se habían congregado cerca de la plaza de la República convocados por grupos 'AntiCop21', contrarios a la conferencia sobre el clima de la ONU que se abrirá oficialmente este lunes en París.
Al grito de "Estado de emergencia, Estado policial. No nos quitarán el derecho a manifestar", algunos de ellos empezaron a arrojar zapatos y botellas contra las fuerzas del orden desplegadas en masa. Otros lanzaron una barrera metálica contra los policías, que respondió con gases lacrimógenos y cargando contra los manifestantes.
El prefecto de Policía de París, Michel Cadot, ha asegurado en una comparecencia de prensa que no ha habido heridos, más allá de un manifestante con lesiones superficiales.
Cadot ha señalado que todo empezó con una concentración vinculada con la Cumbre del Clima (COP21) de entre 2.000 y 2.500 personas en la plaza de la República, entre las que había "grupos con algunos componentes violentos" que trataron de "discurrir en cortejo, algo que no estaba autorizado". "Algunos pequeños grupos muy organizados con individuos con la cara tapada (...) atacaron" a los agentes con gases lacrimógenos, botellas, vasos o incluso velas de las colocadas en la estatua de la plaza de la República en homenaje a las víctimas de los atentados terroristas del pasado día 13, ha añadido.
Fue entonces, ha precisado, cuando los antidisturbios reaccionaron "con proporcionalidad". Cadot ha avanzado que a los detenidos "se les aplicarán las sanciones y las consecuencias" previstas por la normativa al respecto.
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Estado de emergencia
París se halla en estado de emergencia desde los atentados yihadistas del 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos. En ese marco, las manifestaciones fueron prohibidas en la capital.
Militantes pacifistas formaron por su lado una cadena humana alrededor de la estatua del centro de la plaza, convertido en memorial tras los atentados, para tratar de evitar que los manifestantes radicales tomaran las velas y otros objetos en homenaje a las víctimas, para usarlos como proyectiles.
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