Paco Huguet
Viernes, 22 de enero 2016, 22:17
Antaño era un conductor ejemplar, o eso decía, de esos a los que no solamente no multaban sino también de esos que no corrían. Este amigo de un amigo, con su bólido no contaminante, no tenía prisa por llegar. Y presumía de ello. De no haber sido nunca multado por exceso de velocidad (que de otras de aparcamiento no confesaba nada, como si eso no fuera un comportamiento incívico, egoísta, aunque bien es cierto que eso no suponía poner en riesgo la vida de otras personas, nano).
Publicidad
Lea la información completa aquí.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.