
LAS PROVINCIAS
Sábado, 26 de marzo 2016, 10:04
Juan Galiano era un gran aficionado al Valencia Club de Fútbol. Uno de esos que se giraba cuando un jugador tiraba un penalti. No quería verlo, por si fallaba. «Soy un sufridor», solía decir, según cuentan sus amigos. Galiano también fue consejero y director general del club en la etapa de Juan Soler como presidente de la entidad.
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Nacido en Villar del Arzobispo el 19 de noviembre de 1953, falleció el Jueves Santo a los 62 años. Estaba casado con Carmen y tenía dos hijos: Jaime y Juan.
Galiano, al margen de su pasión por el Valencia Club de Fútbol, fue delegado de Hacienda de 2000 a 2003. Su labor profesional la desarrolló fundamentalmente como inspector de Hacienda durante más de dos décadas y desempeñó su profesión de abogado en el área fiscal del despacho de Cuatrecasas.
En el plano profesional siempre guardó la distancia exigida por la responsabilidad de los puestos que ocupó. Los amigos más cercanos coinciden que, una vez superada esa barrera del trabajo, Juan Galiano era una persona «cercana y afable. Que se abría a sus más próximos».
Siempre estuvo muy cercano al Valencia como aficionado. Organizó incluso el viaje de los aficionados de la delegación de Hacienda a las finales de París y de Milán. Un apasionado del club de Mestalla. También le tocó acompañar a David Navarro a Ginebra tras el incidente del central con el defensa del Inter Burdisso.
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