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Una sociedad resignada. «Aquí aceptamos el paro como si fuera un accidente geográfico». :: e. C.
«En el futuro no habrá paro, ni empleo»

«En el futuro no habrá paro, ni empleo»

César Molinas, matemático y economista, afirma que el desempleo en España «solo lo resolverá la educación, y hay que empezar desde la guardería»

ARANTZA FURUNDARENA

Miércoles, 4 de mayo 2016, 20:55

Según la última EPA, el paro acaba de subir al 21%. César Molinas (Barcelona, 1950) propone cambiar el sistema educativo, un sistema en el que no ha metido a sus hijos, que han estudiado en el extranjero. En su libro 'Poner fin al desempleo', escrito con Pilar García Perea, este economista y matemático que trabajó en el Ministerio de Hacienda y en la rescatada Merrill Lynch se pregunta si España quiere acabar con el desempleo. Él cree que no.

¿Se ha quedado alguna vez en paro?

No. Es más, tengo 66 años y ayer me ofrecieron un trabajo como colaborador. Será porque tengo unas cualificaciones que otros no tienen. En el futuro no habrá paro, pero nadie tendrá un empleo con sueldo fijo, vacaciones reguladas...

Así que adiós al empleo para toda la vida.

Al empleo para toda la vida no, al empleo. Los trabajos que no tengan un componente de creatividad van a desaparecer, porque los puede hacer una máquina. En unos años no habrá taxistas sino coches autónomos. Tampoco habrá analistas de crédito. Y cada uno tendrá que gestionar su propia cartera de ocupaciones.

¿Por ejemplo?

Yo mismo: César Molinas. Dedico parte de mi tiempo a la consultoría de empresas. Con eso me pago las facturas. Y soy promotor y socio de una sociedad gestora de fondos de capital riesgo que invierte en 'startups' de biotecnología. En el futuro mucha de la gente ocupada se parecerá más a mí que a sus padres: estar aquí, estar allá e irse reinventando. El problema es que no estamos educando en la creatividad. Si el sistema educativo es malo, la universidad es peor.

El paro en España sigue subiendo. Y usted se pregunta si queremos acabar con él.

Es que creo que no queremos. Somos el país con más paro de Europa y lo aceptamos como un accidente geográfico. En la pasada campaña electoral se habló de la precariedad, no de cómo acabar con el desempleo. Este es un paro tan estructural que no depende de que la economía crezca más. En España la aberración ha sido permanente.

¿Y cuál es la causa?

La educación. Si la enseñanza en España copiara a la Universidad de Mondragón tendríamos una tasa del paro del 10%. La universidad debe mirar más a la empresa y así se formaría un círculo virtuoso. Pero en España se cargaron la formación profesional. Se gradúan de la ESO a los 16 años y quizá se sepan la lista de los reyes Godos, pero ¿qué saben hacer?

¿Y qué propone?

Poner ese servicio público en competencia con otras agencias de colocación privadas y financiarlo todo con las indemnizaciones por despido que reciben los trabajadores que se quedan sin empleo.

O sea, que el peso caiga sobre el trabajador.

No, porque esa indemnización sale de la empresa. Hay países que no la tienen. Serviría para formar y reciclar al desempleado. Y una vez que encontrara trabajo, se le entregaría el remanente para su libre disposición. El empresario no es un explotador que disfruta despidiendo. Pero aquí tenemos empresarios muy mediterráneos, con empresas poco innovadoras.

Resumiendo: ¿Qué resolverá el paro en España?

La educación. Pero a una generación vista. Y hay que empezar por la guardería. A mi hija en Inglaterra con tres años ya la enseñaron a hablar en público.

Por cierto, ¿a usted el 1 de Mayo qué le dice?

Je, je, je... Es el día de la madre, ¿no?

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