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La máscara del faraón.
La daga que cayó del cielo

La daga que cayó del cielo

La hoja de un cuchillo de Tutankamón fue confeccionada con hierro de un meteorito, según un estudio italoegipcio

ÁNGEL GÓMEZ FUENTES

Viernes, 3 de junio 2016, 21:04

Tutankamón sigue sorprendiendo a los amantes de la egiptología. El hierro de la hoja de una de las dagas que se encontró junto a su momia pertenece a uno de los numerosos meteoritos caídos en el desierto egipcio, según un grupo de científicos de Italia y Egipto que ha confirmado su origen extraterrestre mediante fluorescencia a rayos X.

Desde el descubrimiento de la tumba en 1922 por Howard Carter y Lord Carnarvon comenzó el debate sobre la naturalezade los materiales de uno de los dos puñales situados sobre el cuerpo de Tutankamón, muerto a los 18 años y que reinó entre 1336 y 1327 aC. Había una clara justificación del debate. «Los objetos egipcios de hierro eran poquísimos. No habían desarrollado la metalurgia del hierro y no tenían minas. Por ello estaba considerado más preciado que el oro», explica Francesco Porcelli, profesor de Física del Politécnico de Turín, cuyo Museo Egipcio está considerado el más importante del mundo después del de El Cairo.

Desde el primer momento sorprendió también la elevada calidad de la manufactura de la hoja del puñal, lo que reflejaba la capacidad en la elaboración del hierro que se había alcanzado en la época de Tutankamón. La daga siempre despertó la curiosidad de los investigadores, porque incluso los detalles de su descubrimiento demostraban que era un objeto precioso: mide 35 centímetros y no estaba oxidado cuando fue encontrado escondido entre los vendajes de la momia.

La teoría del meteorito no es nueva. Había expertos que sostenían hace tiempo que el hierro procedía de un meteorito, mientras otros pensaban que había sido importado. En Anatolia, existía el hierro en la época de Tutankamón. Un hecho determinó el desarrollo de la historia que confirma la procedencia espacial del metal. En 2010 se descubrió en medio del desierto egipcio el Kamil Crater, un pequeño 'cráter lunar', algo rarísimo en nuestro planeta, ya que normalmente la erosión borra las señales de impactos meteoríticos.

En aquella expedición participaron expertos italianos de Pisa y del observatorio astronómico de Pino Torinese.

«Cuando fue descubierto el cráter, hablamos del enigma nunca resuelto del puñal encontrado sobre la momia del joven faraón. Decidimos entonces hacer el análisis, superando las resistencias de las autoridades egipcias, que justamente custodiaban celosamente los hallazgos», ha explicado Porcelli en el periódico 'La Stampa'.

El hierro del puñal contiene níquel al 10% y cobalto al 0,6 %. «Son las concentraciones típicas de los meteoritos. Pensar que pueda ser fruto de una aleación, en estas concentraciones, es imposible», subraya el físico.

Los detalles del estudio aparecen en un artículo publicado en la revista 'Meteoritics and Planetary Science'. Ahora la ciencia pone fin a la controversia que mantenían los expertos sobre el preciado puñal, desde que se abrió el sarcófago de Tutankamón depositado en la tumba KV62 del Valle de los Reyes.

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