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LOURDES GÓMEZ
Lunes, 5 de septiembre 2016, 20:52
La chispa prendió en la panadería del rey en la madrugada del 2 de septiembre de 1666. Para el amanecer se habían quemado unas 300 casas y las llamas llegaban hasta el Puente de Londres, según cuenta Samuel Pepys en sus célebres 'Diarios'. El fuego siguió vivo y descontrolado durante cuatro días, devorando viviendas, iglesias, palacios, mercados, cofradías y otros locales de 400 calles. Unos 80.000 residentes perdieron su hogar en el 'gran incendió', aunque solo registraron media docena de muertos en el recuento oficial.
Apenas quedó un edificio en pie dentro de las murallas de Londres, en la llamada Milla Cuadrada de la City. Se destruyó la urbe medieval en la devastadora conflagración que retumbó con un eco contemporáneo este pasado fin de semana en 'London's Burning' (Londres está ardiendo), festival de arte e ideas enmarcado en las conmemoraciones del 350 aniversario del gran incendio. «Los británicos somos fanáticos de los desastres y este fue muy importante para Londres. La ciudad quedó arrasada y fue necesario recuperarse, pensar y reconstruirla», señala Kate Harvey, responsable de los proyectos artísticos del evento.
Elefantes y gigantes humanoides se pasearon por el centro de Londres antes de 'quemar' la urbe. Fue el gran final en la programación del festival, con su abanico de propuestas para recordar el pasado, reflexionar sobre el presente y realzar, de acuerdo con Harvey, «el espíritu de los londinenses para luchar, sobrevivir y reinventar sus raíces».
Sobre dos barcazas del Támesis se han colocado maquetas a gran escala de los contornos de edificios de la ciudad medieval. «Es una escultura de madera, de 120 metros de largo, y la vamos a quemar en el centro del río. Queremos darle una narrativa al fuego y las Fallas de Valencia han sido un punto de referencia», explicaba la técnica.
La programación pone el foco en riesgos y fenómenos contemporáneos, desde inundaciones a refugiados o desplazados. En la exposición 'Of All The People In All The World' (De toda la gente de todo el mundo), el colectivo Stan's Café calcula el coste del incendio del siglo XVII en granos de arroz y compara las pérdidas y otros datos históricos con hechos recientes, como el número de migrantes admitidos por Alemania y Reino Unido en 2015. El desnivel entre las respectivas montañas de grano es descomunal.
Los activistas artísticos de Early Morning Opera (EMO) representan en 'Holoscenes' una inmersión acuática en alusión a otro frecuente desastre contemporáneo. «Los actores están entretenidos en sus quehaceres y el tanque en el que actúan se llena de agua cada 90 segundos, pero ellos siguen haciendo su vida. Se trata de desastres que pueden suceder y que estamos ignorando en vez de pensar qué deberíamos hacer para luchar contra los peligros actuales», alerta Harvey.
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