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Paco Huguet
Miércoles, 21 de septiembre 2016, 22:21
Lo primero, antes que nada: ojalá que la joven Diana Quer aparezca, sana y salva. Lo segundo: que las miles de personas desaparecidas en España reaparezcan sanas y salvas, pero con un importante matiz, siempre que hayan desaparecido contra su voluntad. En especial, si se trata de menores. Porque no olvidemos que cualquier mayor de edad está en su derecho de decidir dejarlo todo y marcharse. Lo que esconde el caso de Diana Quer, del que se cumple un mes, son varios debates. Uno de ellos sería: ¿Se ha convertido este drama privado y familiar en un producto de entretenimiento televisivo? Nyas coca (¡toma castaña!).
¿Qué es el síndrome de la mujer blanca desaparecida? ¿Por qué interesa tanto el caso de esta joven y no cientos o miles de casos similares?
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