'FLOWER POWER'

Horst Faas, el fotoperiodista alemán que en 1972 obtuvo la famosa imagen del terrorista encapuchado en la masacre de los Juegos Olímpicos de Múnich, solía llevar en su casco de corresponsal de guerra la inscripción 'War is hell' ('La guerra es el infierno'). Él debía de saberlo bien tras su experiencia de años en conflictos como los de Argelia, el Congo o Vietnam. Para llegar a la misma conclusión no necesitó vivir ninguna cruda contienda el neoyorquino George Harris, que se adhirió al 'Flower power' ('el poder de la flor'), un eslogan 'hippie' empleado como signo de la no violencia a caballo entre los sesenta y setenta. Sus simpatizantes se hicieron famosos por introducir rosas, claveles u otras especies en los cañones de los fusiles de soldados o policías durante sus protestas. Así fue inmortalizado George, con apenas 18 años, por la cámara de Bernie Boston el 21 de octubre de 1967, en el transcurso de una marcha sobre el Pentágono para pedir el fin de la guerra de Vietnam.

Harris iba de camino a San Francisco, donde vivió en una comuna y fundó en 1969 un grupo de teatro difícilmente definible, 'The Cockettes'. George adoptó la identidad de Hibiscus, nombre de flor, dentro de una amalgama de heteros, gais, mujeres, algunas de ellas con hijos... dedicados a representar de forma gratuita espectáculos extravagantes, caóticos, musicales y, sobre todo, provocadores. Teatro alternativo con desnudos y mezcla de estética 'hippie' y travesti en el que Hibiscus solía tomar caracterizaciones femeninas. Diversión y libertad. Psicodelia a base de ácido y purpurina.

El joven, ya definitivamente Hibiscus, regresó poco después a Nueva York, donde trabajó en pequeñas salas, también en una telenovela y luego, con sus tres hermanas y su hermano, en una formación musical de 'glam rock' al estilo David Bowie. Salvando las distancias. Tanta actividad creativa cesó en mayo de 1982, cuando George murió de sida a la edad de 32 años.