Muere 'Ángela', la primera mujer torera de España

La primera mujer que logró el carné que la acreditaba como torera en España, la alicantina María de los Ángeles Hernández Gómez, Ángela, ha fallecido en Madrid, a los 71 años. La torera se encontraba ingresada en la clínica La Milagrosa de la capital, tras someterse por tercera vez a una operación de hombro.

Nacida en Alicante el 2 de agosto de 1946, era hija de un guardia civil, por lo que durante su infancia se trasladó a vivir a la localidad gaditana de Algeciras donde fue destinado su padre.

Siendo aún bastante niña quedó huérfana de padre y madre, por lo que se vio obligada a trabajar desde temprano. En Algeciras se inició en el mundo taurino, como becerrista, a la edad de nueve años de la mano del padre del matador alicantino José Mari Manzanares.

Durante esos años se entrenó en la plaza del novillero Francisco Esplá y se lanzó como espontánea el 18 de noviembre de 1959 en Alicante en una corrida con motivo de un festival benéfico.

Al no poder torear a pie en España, a causa de la legislación vigente en esos momentos, decidió aprender equitación para actuar como rejoneadora.

Se adiestró a caballo en Sevilla, en la finca de Núñez Guerra. Más tarde hizo amistad con Amelia Gabor, la otra rejoneadora española del momento, con la que formó pareja y toreó en numerosas plazas. En febrero de 1972 comenzó un largo proceso con el propósito de que se anulase el artículo 49 del Reglamento Taurino por el que se prohibía a las mujeres torear a pie.

Finalmente, el 10 de agosto de 1974 el Ministerio de Gobernación promulgó una orden que concedía la autorización a las mujeres para torear.

Debutó como torera de a pie el 15 de septiembre de 1974 en Jerez de los Caballeros, Badajoz, y con picadores el 25 de mayo del año siguiente en Palma de Mallorca.

Apoderada por Manuel Benítez El Cordobés, entre otros, toreó en numerosos cosos de España y Latinoamérica en los siguientes años.

Durante los ochenta, su carrera osciló entre retiradas y vueltas a los ruedos, con desigual suerte.

Las lesiones a principios de los noventa le impidieron continuar con su carrera, retirándose definitivamente.

Sin embargo, se mantuvo ligada al mundo del toro como apoderada, entre otros, de Luis Rubias, El Arqueño, Ignacio Ríos y desde 2015 de Conchi Ríos.