Amadeo Abal y Alessia Brambilla se suben a lo más alto del podio en la novedosa 7,5K

Este año, la 15K Valencia Abierta al Mar ha presentado a su hermana pequeña. Se ha convertido en una doble cita al incluir una prueba de 7,5 kilómetros. Fue una edición especial. Y Amadeo Abal y Alessia Brambilla se alzaron como los primeros vencedores en la recién incorporada distancia. La apuesta supuso un éxito.

La 15K amplía su público y abre la puerta a aquellos runners que optan por una distancia menor. Si en la prueba de 15.000 metros hubo cerca de 3.500 inscritos, en la de 7,5 se rondó los 2.500. Y el más rápido fue Abal. El atleta de Serrano superó a Youssef Ahatach y Dimas Gallego, quienes protagonizaron un trepidante sprint final. El suspense en la lucha por el segundo puesto se mantuvo hasta el último momento.

Abal entró en el paseo marítimo con paso firme y pisó el acelerador para detener el cronómetro en 23:55. Es decir, con 22 segundos de ventaja respecto a sus inmediatos perseguidores. Mientras tanto, Ahatach y Gallego ofrecieron una emocionante batalla que, curiosamente, concluyó en tablas. Apretaron los dientes y acabaron firmando exactamente el mismo tiempo (24:17).

El palmarés femenino de la 7,5K fue inaugurado por Alessia Brambilla, quien atravesó la línea de meta por debajo de la media hora. Cubrió el trazado en 29:57, imponiéndose así a Laura Pérez (30:29) y Karin Jung (32:32). De esta forma, tanto la atleta italiana como los tres primeros clasificados de la categoría masculina terminaron la prueba antes de que diera el pistoletazo de salida la 15K.

La carrera de 7.500 metros arrancó a las 8:30 horas, mientras que la 15K lo hizo a las 9:00. Eso sí, ambas compartieron salida, ubicada en la Marina Real, y llegada en la Malvarrosa. Los cerca de 6.000 participantes que hubo en total pudieron disfrutar de su pasión por el running a orillas del Mediterráneo.

La nueva alternativa, que permite decantarse por los 15 kilómetros o los 7,5, representa un claro aliciente. Ayer, los runners se mostraron pletóricos tanto con las marcas como con el ambiente de la ciudad. Una temperatura idónea, un circuito llano y cómodo y el aliento de los numerosos espectadores que se reunieron por las calles hicieron de la carrera un éxito.

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