Cabo de la Huerta: Un viaje hacia el pasado desde el puerto de Lucentum

Este enclave fue estratégico en la época ibero-romana como puerto de la ciudad de Lucentum. Las construcciones de la época y los restos nos acompañarán durante esta parte del trazado. Atravesamos el atractivo Club Náutico Costa Blanca para disfrutar de la flora autóctona que sobrevive a las plantas invasoras antes de llegar a la playa de la Almadraba. Dejaremos atrás el camping y seguiremos la hilera de palmeras, a medida que vayamos avanzando podremos disfrutar de una buena perspectiva de la playa y de la bahía de Alicante en su punto más al sur.

La Calita, formalmente Cala Judíos nos espera. Sólo son 200 metros de extensión, pero el color oscuro de la arena nos hará disfrutar, junto a la presencia de algas. Delante espera la Cala Cantalares. Ahora nuestros pies deberán ir adaptándose a senda y también tramos más rocosos para poner punto final en el pavimento que precede a una microrreserva. No es de extrañar que a nuestro paso salgan volando distintas aves que se alimentan en esa zona. Tomaremos un pequeño descanso antes de enfrentarnos a una senda que poco a poco se torna más abrupta.

Un vallado marcará nuestro camino en el que disfrutaremos de una cantera en nuestra dirección al Faro. Este es uno de los pocos que todavía quedan habitados por fareros en la provincia de Alicante. Desde aquí tenemos una buena perspectiva de la playa de San Juan hacia El Campello y algunas de las montañas más bellas de la provincia, el Cabeçó d'Or, Aitana, el Puig Campana o la Serra Gelada. Bajaremos a la playa donde pondremos punto final a nuestro entrenamiento.