José Garay. LP
Saltar el muro

Km. 23 'La caja de los deseos'

Martes, 2 de enero 2024, 00:48

Desde hace algunos días, estamos mirando por el espejo retrovisor todo lo acontecido en los últimos meses. Por nuestra memoria, como si fuera un déjà vu, van pasando los recuerdos del año que estamos a punto de finalizar. Como si se tratara de una cuenta ... atrás, vamos visualizando toda la película que hemos vivido desde el inicio hasta el final. Aparecen momentos dulces y amargos. Situaciones divertidas y aburridas. Días felices y tristes. Algunos de ellos fluyen y otros se atascan con las complicaciones propias de la convivencia. La vida es dual y el complemento de ambas, nos ayuda a seguir en el camino de la mejora y la transformación hacia una mejor persona. Conozco muchas de ellas, que son capaces de exprimir los 365 días que dura el año. Viven con proyectos permanentes y saben aprovechar el momento como nadie. Logran establecer las pequeñas metas diarias y se levantan con la vitalidad y energía necesaria para desarrollarlas. No les importa fallar ó que no salga a la primera su cometido. Son persistentes y lo intentan una y otra vez hasta que logran su objetivo. Siempre están dispuestos a ayudarte y agradecen las posibilidades que les ofrece la vida.

Publicidad

Muestran la humildad y el trabajo por encima de la arrogancia. Escuchan, observan con atención y colaboran con el equipo, para que todos sus miembros obtengan los mejores resultados posibles. Se alegran y celebran los éxitos personales y profesionales, de las personas que están a su alrededor. Consiguen crear en su entorno más cercano, un clima de convivencia social, que genera atracción a los demás. Cuando estás al lado de ellos, te contagian positivamente y en algunos casos, te empoderan para iniciar nuevos proyectos, que en algunos casos, nunca te atreviste a dar el primer paso. Saben vivir la vida como nadie y cada año es diferente.

En cambio, todos conocemos personas con un perfil totalmente diferente. Estamos creando la cultura de la queja y la excusa para sentirnos aliviados por no cumplir con nuestras obligaciones. Nos pasamos los días retrasando el inicio de nuestros objetivos y nunca llegamos ni tan siquiera, a iniciarlos. Lo llaman procrastinar. Es decir, siempre estamos aplazando. Te recuerdo que una pequeña acción, es más productiva que cientos de pensamientos. Perdemos el tiempo sumergidos en las redes sociales, viendo la vida de los demás, mientras la nuestra queda estancada. Satisfacemos nuestra felicidad comprando sin parar. La mayoría de veces sin necesitarlo, pero es un signo de pertenencia a nuestra tribu social. Nunca saciamos el hambre consumista, siempre anhelamos lo que no tenemos. Nos apuntamos a las últimas modas en alimentación, deporte y salud. Pero son muy pocos los que consiguen generar el hábito y la disciplina para continuar. Los gimnasios se masifican las primeras semanas del año y pierden clientes rápidamente. Es una conducta que se repite y muestra una debilidad social que va en aumento. El esfuerzo, trabajo, superación, sacrificio, y otros valores necesarios para mejorar entre todos, están pasando por momentos complicados. Nuestra responsabilidad es actualizarlos y ponerlos de nuevo de moda. Necesitamos que las personas que estén a nuestro alrededor se impregnen de ellos y por tanto, tenemos que mostrar día a día con nuestro ejemplo, el camino para el cambio.

Te lanzo un desafío y te sugiero lo siguiente. Esta tarde-noche, piensa y reflexiona con serenidad sobre aspectos de tu futuro que te gustaría mejorar, cambiar o realizar. Los apuntas en un papel y lo introduces en una caja. Allí van a estar depositados tus sueños, propósitos y deseos para cumplir durante los próximos doce meses. Quizá lo has hecho en alguna ocasión y has comprobado que es muy complicado materializarlos. Es difícil que se puedan realizar si no tienes un plan que te ayude a conseguirlos. Seguro que muchos de vosotros habéis visto la entrada a meta en las competiciones de algún amigo, familiar y has pensado que tú también quieres vivir esa experiencia. Muchos lo piensan, algunos lo intentan y pocos lo consiguen. Quiero ayudarte a confeccionar el plan que te guíe en tus primeras zancadas. Tienes que aportar de inicio las ganas, la motivación y querer hacerlo. Prepara las zapatillas, la ropa deportiva y la ilusión. Olvídate de tus experiencias pasadas. Deja tu estado de creencias limitantes en el baúl de los recuerdos y pasa a la siguiente pantalla. No tengas miedo, siempre hay un primer momento para empezar. Todos los corredores pasaron por esta situación. Estás a punto de emprender un viaje, que te ayudará a conocerte mucho mejor. Vas a salir de tu zona de confort, para entrar en una zona desconocida. Debes persistir, porque te espera después la zona de la recompensa. Vas a formar parte, de los privilegiados que alcanzan sus objetivos a través de su esfuerzo. Confía en ti y déjate llevar por nuevas emociones.

Publicidad

1.- Objetivo real y alcanzable.

Un buen amigo me confesó que el primer día que empezó a correr, sólo pudo completar un minuto sin parar. Le resultaba imposible correr durante más tiempo. Se sentía fatigado, tenía molestias musculares y su cabeza lo boicoteaba constantemente para dejar la actividad. Tres años después realizó su primer Maratón. Ahora es un corredor habitual y su vida está llena de proyectos deportivos. No te preocupes si empiezas de cero. Lo importante es tener clara tú condición física real y dar las primeras zancadas, que son siempre las más difíciles. Si te cuesta correr y debes caminar, hazlo. Empieza por lo fácil y lo que realmente puedas hacer. Tus objetivos han de ser realistas y asumibles. La actividad física debe causar un impacto positivo y a medida que pase el tiempo, estarás más preparado para aumentar tu exigencia en el entrenamiento.

2.- Integra el entrenamiento en tu agenda.

La disciplina sólo la conseguimos con un gran compromiso personal. No es cuestión de motivación. Se trata de cumplir con el plan a pesar de las adversidades o la falta de ganas. Te recomiendo que inicies la actividad tres veces por semana en días alternos. Pero debes integrar las sesiones en tu apretada agenda. No busques excusas para no realizarlas. Procura establecer la sesión en el horario más cómodo, para no tener que realizar cambios constantemente. El momento del entrenamiento debe ser innegociable.

Publicidad

3.- Compromiso compartido.

Una buena manera de no fallar en los primeros días de entrenamiento, es quedar con algún amigo. Cuando creas el vínculo y el compromiso con otra persona, aumenta tu responsabilidad. No quieres quedar mal con tu compañero de entrenamiento y te empuja, quieras o no quieras a ponerte las zapatillas. A medida que pasen las semanas y el hábito lo vayas adquiriendo, te resultará menos complicado salir a entrenar. Pasará lo contrario. Estarás deseando que llegue el momento de compartir kms junto a los amigos.

4.- La continuidad es fundamental.

No podemos obtener resultados ni conseguir objetivos si no trabajamos. Las mejoras en la condición física necesitan tiempo y paciencia. El organismo realiza adaptaciones después de cada sesión de entrenamiento, que nos ayudan a progresar. A medida que damos continuidad, nos daremos cuenta, que somos capaces de aumentar la carga de entrenamiento. Esto se produce por la asimilación orgánica, estructural y cardiovascular. Por eso, al principio hay que pasar un período más complicado de inadaptación. En el momento persistimos y seguimos entrenando todo empieza a cambiar. Te darás cuenta que después de varias semanas de entrenamiento, lograrás correr mucho más tiempo de lo que te podías imaginar. Experimentar está situación es muy agradable y te empodera para seguir avanzando.

Publicidad

5.- Busca un buen asesoramiento.

No puedes perderte en el camino que has iniciado. Uno de los motivos de abandonar es por la falta de acompañamiento profesional. Tenemos excelentes entrenadores que te ayudarán a marcar las pautas que necesitas. Guiarán tus primeras zancadas para que sean satisfactorias. Estarán en los momentos de dudas, para animarte a seguir cumpliendo con tus objetivos. Se convierten en el faro que ilumina tu destino. No pierdas la perspectiva de la salud como binomio perfecto en tus inicios. La práctica deportiva no puede ser perjudicial. Debe adaptarse a tus necesidades.

6.- Mejora tus hábitos saludables.

Sin darte cuenta entras poco a poco en una modificación de tus rutinas y hábitos. Empiezas a cuidar de manera consciente tú alimentación. Dejas de comer alimentos que no te benefician y tú carro de la compra, se llena de nutrientes esenciales. Los horarios de las comidas, son más adecuados y tú energía a lo largo del día, está más equilibrada. Esta combinación de deporte y alimentación, te ayuda a mejorar tu aspecto físico. Vas bajando tú peso corporal y te sientes con mayor autoestima, confianza y seguridad. Regulas tus horas de sueño y el descanso es más eficiente. Conectas mejor tu sistema parasimpático mientras duermes. Te levantas recuperado, descansado y con un estado anímico muy positivo para afrontar otro gran día. Tu salud, el sistema inmune, tu microbiota intestinal funcionan cada vez mejor. Este nuevo estilo de vida, genera felicidad, nuevas ilusiones, ganas de levantarte cada mañana.

Publicidad

Querido lector. Tú y solo tú, tienes la llave del cambio. Elige en qué lugar quieres posicionarte. No mires hacia otro lado. La solución la tienes en tu interior, está en tus manos. Cuando yo cambio, todo cambia. Debes dar el primer paso para potenciar y mejorar todas las habilidades ocultas que tienes. Deseo que se cumplan todos los propósitos y sueños que has introducido en la caja. Ojalá tengas la valentía, la determinación, la actitud y el coraje de luchar por conseguirlos.

Si la newsletter te sugiere una reflexión personal o quieres contarme tu historia y experiencia como corredor, estaré encantado de leerte. Puedes hacerlo en el siguiente correo electrónico: redaccion@lasprovinciasdigital.es

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad