Una carrera con tercer tiempo

Lo que nació de una lesión preparando la 42K de Valencia se ha convertido en sólamente siete ediciones en una de las carreras más importantes en la provincia de Valencia. «En Sagunto, donde vivo, era inviable hacer un maratón por lo que decidimos hacer una prueba única apostando con una gran bolsa de corredor y un post meta diferente», afirma Jordi Aznar organizador de la 30k Ciudad de Sagunto.

De hecho, cada año hay más participación y en esta edición se ha logrado récord con más de 1700 inscritos no sólo con corredores de Valencia sino de todos los lugares de España. «Muchos, que vendrán en diciembre a participar en la Maratón, vienen a Sagunto el fin de semana para hacer el largo. El sábado ven la ciudad y van a la playa y el domingo corren», comenta Azanar. De los corredores destaca Laura Méndez. La fondista valenciana con una marca de 2:29:28 en maratón acudirá a Sagunto con el objetivo de alzarse como la vencedora de la prueba.

Y es que esta prueba está pensada por y para el atleta. «Es una carrera hecha para el corredor. Pagas muy poco comparando con otras pruebas y la organización luego te obsequia con cervezas, bollería y una barbacoa», afirma Vicente Torres, un corredor popular apuntado a la prueba que la usará como preparación para el Maratón de Valencia. «La idea no es organizar muchas carreras al año sino pocas y con muchos servicios. Fuera de Valencia las pruebas como mucho tienen 500 participantes y cuando acabas cada vez te dan menos cosas. Nosotros hemos logrado que cada año venga más y eso es gracias a los que vienen porque les gusta y se lo comentan a sus amigos», afirma el organizador de la 30K.

La prueba, que intenta cada vez superarse, en el recorrido no habrá novedad. Eso sí, en lo que se refiere a post meta habrá una leve modificación con fin de mejorar la experiencia del participante. «No escatimamos en gastos porque queremos que sea una prueba divertida. Aparte de los dos avituallamientos y los prácticos, este año habrá más bebida post y más comida. Queremos que desde el primero al último no le falte de nada», confesó el organizador que también quiso destacar que sin la ayuda del Ayuntamiento esto no sería posible.

Respecto a los voluntarios de la prueba, Jordi comentó que muchos repiten la experiencia. «Los tratamos igual que al corredor. Les damos la camiseta y luego si vienen en grupo de más de diez, les regalamos un jamón. De hecho, cuando vuelven me piden estar en el mismo sitio», concluye Jordi.