«Sorprendente, no te lo esperas», es el sentimiento que predomina tras visitar Las Cuevas de Baiba. Nuestros amigos del grupo de senderismo novel disfrutaron de una ruta de cerca de 9 kilómetros por Buñol con parada para comer incluida.
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Senderos que cuestan de ... encontrar por la frondosa vegetación y muchos rincones ocultos hacen de esta una propuesta muy entretenida. Una opción para un buen entrenamiento, aprovechando que es circular, es realizarla a paso rápido a modo de reconocimiento y, posteriormente, repetir al trote. Cada uno elige la propuesta que mejor se adapte a las necesidades.
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Lourdes Martí
El vehículo lo estacionamos en la zona del aparcamiento, en el Polideportivo, cerca de la Balsa de Planell. Junto a la balsa, la primera sorpresa no tarda en llegar. Unos patos dan la bienvenida a la ruta que arranca en el Parque del Planell.
Tras dejar atrás la balsa, andamos junto a la CV-425, seguimos por nuestra derecha para seguir el paso subterráneo que nos servirá para cruzar la carretera. El camino asfaltado de la izquierda será el que deberemos seguir hasta encontrar un camino de tierra, a la derecha de nuevo, que nos llevará a nuestro primer objetivo que es encontrar una antigua fábrica de armas de la que a día de hoy sólo se encuentran ruinas. También nos topamos con un refugio antiaéreo que se encuentra en buenas condiciones de conservación. Tras esta primera parada nos dirigimos hacia el barranco de Baiba.
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Una anécdota, es que en estas instalaciones había miles de kilos de explosivos, de ahí, el dicho popular: «El día que explote el polvorín, desaparecerá Buñol».
Tras esta visita, volvemos a la pista principal que dejamos anteriormente. Nos quedan por delante unos 800 metros, después, la pista realizará un giro a la derecha sobre un riachuelo que posteriormente terminará en cascada. La senda nos lleva por bancales y además de a la cascada, veremos maravillosas cuevas. Todo decorado por una maravillosa vegetación y una zona rocosa.
Nos topamos con la cascada. Una «joya» que además en épocas como las actuales ayuda a refrescar por las gotas que caen enérgicamente.
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Llega el momento de regresar. Lo haremos por el mismo sitio hasta llegar al cruce del inicio del barranco, ahora tomaremos el camino de la derecha por una senda que nos lleva a una pista. Aquí hay un algarrobo que llama nuestra atención. Más adelante andamos por la cañada Real de la Mancha del que recorreremos un pequeño tramo.
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Continuamos hasta el punto de partida.
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