![Iván Penalba, el valenciano que corre en el infierno](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202204/25/media/cortadas/penalba-RWlf00pwtIjr99OMx4vbJAJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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La BadWater 135 debe ser lo más parecido a correr en el mismísimo infierno. En el Valle de la Muerte, conocido así porque cada año registra el pico más alto de temperaturas del mundo, a alguien se le ocurrió la brillante idea de organizar una ... carrera de 217 kilómetros. Pareció configurar la prueba con saña: trotar por interminables carreteras de Estados Unidos, con rectas de 50 kilómetros con desierto a ambos lados, y casi siempre cuesta arriba, desde bajo el nivel del mar hasta un desnivel positivo superior a los 4.000 metros. Y además, el 11 de julio. Lo que para casi cualquiera sería un suplicio, Iván Penalba lo cataloga como «mi sueño». «Pero desde que empecé a correr», recalca el valenciano, el mejor ultramaratoniano español.
Para él, por lo tanto, fue una alegría escuchar su nombre en el directo que cada año realiza la organización a través de Youtube. Porque así es cómo se comunica a corredores de todo el planeta que han sido aceptados para participar en la considerada como la carrera más dura del mundo. Sí, como lo leen, hay que pasar dos cribas para ponerse en la línea de salida de esta auténtica tortura. «Primero debes enviar tu currículum en carreras como la de 24 horas, que yo tengo 274,3 kilómetros, las 100 millas, y otros ultra de renombre a nivel mundial como la Spartathlon», relata Iván Penalba: «La organización debe tener ciertas garantías de que estás preparado para someterte a unas condiciones que van a ser extremas».
Superado este obstáculo, envía un formulario con preguntas del tipo: ‘¿Por qué?’ ‘¿Qué te motiva a participar en la BadWater 135?’ ‘¿Lo haces por ayudar en alguna acción benéfica?’. En el caso del valenciano, contaba con la baza a favor del movimiento ‘Creando sonrisas’, que apoya acciones sociales de otras organizaciones: «Este año ya nos hemos constituido como una asociación (trámite que ha realizado Down Valencia). Además, si nos cubrimos el presupuesto, el excedente lo donaremos a alguna ONG».
Porque aún queda una tercera criba: la de tener los fondos necesarios para costear la aventura. «En la salida hay un termómetro, donde todos se hacen una foto. Es mítico, porque siempre sale en todos sitios cuando se habla de las temperaturas más altas del año», comenta. Lo que no es ninguna broma es enfrentarse a correr con más de 50 grados. Por eso, la organización obliga a llevar un coche de asistencia donde, al menos, vaya un sanitario.
«Ten en cuenta que si te da algo, debes tener a alguien que te asista», indica. El agua es imposible llevarla encima: «Se te convertiría en caldo en cuestión de minutos». Iván Penalba tiene previsto llevarse a su fisio y a otros dos amigos que residen en Estados Unidos, entre ellos Joaquín Candel: «Es alicantino pero reside en Las Vegas y eso está cerca de la carrera, de la que es un experto. He tenido mucha suerte de encontrarlo, nos está haciendo mucho más sencillo todo lo relacionado con la logística».
Igual que ser aceptado por la organización estadounidense, Iván Penalba debe superar una última criba: la de cubrir un presupuesto que, según ha estimado en el ‘crowdfunding’ que ha iniciado estaría en los 8.000 euros. «Si tuviera un espónsor, yo iría todos los años», comenta sin haber debutado. «Ya te digo que es mi sueño», dice el corredor, soco honorífico del club NLTT.
Aún así, es consciente de que deberá aclimatarse a unas condiciones que ahora mismo no tiene, ni de lejos, en Valencia: «De momento voy a meter volumen de kilómetros y fuerza, que va a ser muy necesaria con tanto desnivel positivo». Además, Suma Fitness Alfafar le ha cedido sus instalaciones para utilizar la sauna: «Ahora aguanto 10 minutos, pero poco a poco me meteré después de venir de correr o saldré a trotar acalorado. Y con el tiempo, entrenaremos ahí dentro lo que se pueda». Todo para acostumbrarse a competir en el infierno y completar una carrera que sólo tres españoles han acabado. Tampoco dice no a ganarla: «Este año tengo a cinco o seis por delante, que la ya conocen».
Altas temperaturas. La carrera se celebra en la región que cada año registra las temperaturas más altas de la Tierra.
Valle de la Muerte. Conocido así por esto, los corredores cubren 217 kilómetros y 4.000 metros de desnivel positivo.
Seleccionado. Para ello, los aspirantes han de enviar a la organización en pruebas como las de 24 horas y 100 millas.
Cuestionario. Tras la primera criba, hay que rellenar un formulario con preguntas sobre la motivación para participar.
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