El Maratón Valencia Trinidad Alfonso de este domingo es un examen para la ciudad. Ya no como capital mundial del running, que en eso saca matrícula de honor con la gorra. La prueba de carga este domingo a partir de 8:15 testará la capacidad de resiliencia de su ciudadanía. Deberá demostrar la capacidad de levantarse después de un mes en que la tragedia ha arrasado con casi todo, la de su valor como destino turístico a modo de motor económico, y la de transmitir una vez más que la necesidad de ser solidarios no ha caducado todavía ni mucho menos si no que es más necesaria incluso que en los primeros días.
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La salida en nueve oleadas que pondrán sobre el asfalto a 35.000 corredores representan el renacimiento. La organización ha perfilado un bonito homenaje a las víctimas y damnificados, y un mensaje de gratitud a participantes y gente que ha participado en la ayuda, que pondrá a todos la piel de gallina y no de frío. Esas primeras zancadas que en los últimos años se han llevado siempre a cabo al son que marcaba Nino Bravo transmitirán más libertad que nunca.
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El Maratón Valencia, según datos de 2023, tiene un impacto de 32 millones de euros y genera en su fin de semana un 90% en la ocupación hotelera. La DANA arrasó con casi todo y ha arruinado muchos negocios, entre ellos otros eventos deportivos como el GP de la Comunitat, que son un motor para la zona. Ahora toca demostrar a los visitantes –la carrera tiene un 62% de participación extranjera– que la capital del Turia sigue siendo un buen destino independientemente de la emergencia generada por la tragedia del 29 de octubre.
Pero al mismo tiempo, transmitir que siguen haciendo falta tanto manos como dinero. Con ayudas como las que da la organización –tres euros por cada finisher– o las que aportan sus patrocinadores, corredores y participantes en la zona cero a través de la campaña 'Valencia corre x Valencia'. Este gesto representa el realizado por miles de empresas y ciudadanos, no sólo de Valencia, sino de todos los rincones del planeta.
Los valencianos deberán testar sus ánimos de querer animar. Este año se alentará de otro modo –igual con menos pasión pero seguro que con más emoción– a los corredores que han tenido fuerzas físicas y morales para ponerse las zapatillas. Otros, bien por ser afectados bien por haber participado hasta la extenuación en las zonas damnificadas –hay numerosos maratonianos policías, guardias civiles, militares, sanitarios...– han pospuesto su reto del Maratón Valencia al 7 de diciembre de 2025, fecha en la que está fijada la próxima edición.
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Cualquiera que accede a Valencia en estos días se ha encontrado con los paneles de que avisan de las restricciones al tráfico entre las 7 y las 15 horas de este domingo. Para los corredores todo hace indicar que las condiciones meteorológicas van a ser idóneas: Aemet predice temperaturas mínimas de 12 grados y máximas de 20, con una humedad que rondará el 70%.
Valencia ya vive su Maratón más especial de la historia, incluso que aquel del Covid donde sólo pudieron correr los atletas de élite. Este domingo la Ciudad del Running celebra el acto central de su décimo aniversario: por ello hay premio económico para los integrantes del podio autonómico. Tenía que haber sido otro evento, totalmente festivo y no con el corazón encogido a causa de la tragedia. Será una carrera en la que se lograrán grandes marcas, pero donde lo único que importa es batir el récord mundial de solidaridad.
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