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«Me hacía una gran ilusión inscribir mi nombre en esta carrera y más en la edición de su centenario». Así se ha expresado Nacho ... Giménez nada más pasar la meta de la Volta a Peu de Valencia, la pionera en la carrera a pie y por lo tanto el embrión de la Ciudad del Running, que este año celebra su década de existencia. «Correr en casa me encanta, así que siempre que mi calendario me lo permite aquí estoy. Se recorren las calles céntricas, que son rapidísimas, y hay un ambiente genial», ha declarado María Ureña, la primera mujer en llegar a meta.
A una línea de llegada de siempre. Sin chips y tomando los tiempos. A lo clásico. Porque eso es la Volta a Peu de Valencia: un tributo eterno a los que se calzaban las zapatillas y se ceñían camisetas de algodón cuando decían que correr es de cobardes. Y que siguen ahí cuando eso por lo que muchos les criticaban se ha convertido en un movimiento mundial bajo el nombre de running. De esa actividad deportiva y saludable de la que Valencia es capital universal.
Y lo ha vuelto a demostrar en la que la Alameda ha congregado a más de 7.500 personas. Desde los más rápidos a personas que han salido a superarse, y las que han caminado. Solos, con amigos o con las mascotas. Porque la Volta a Peu de Valencia acoge a todos. Como los corredores, los clásicos y los que cada años se suman al saludablemente adictivo movimiento del running.
«Estoy en modo premaratón, preparándome pero sin pasarme, para llegar bien a finales de agosto, tanto físico como mental... pero quería inscribir mi nombre en la carrera más antigua de la Ciudad del Running.Ya gané la del año 99 y quería inscribir mi nombre en el 100 por mi entrenador (José Garay) y toda mi gente», ha declarado Nacho Giménez, del Cárnicas Serrano, que ha completado los algo más de 6 kilómetros del trazado en 18 minutos y 22 segundos.
Giménez ha demostrado su gran momento. Recientemente ganó la 15K Valencia Abierta al Mar y ahora se ha impuesto con solvencia en la Volta a Peu: «Esta semana tendré una semana intensita. El miércoles, un 10.000 en Castellón, donde haré de liebre a Thierry Ndikumwenayo a ritmo de mínima para el Campeonato de Europa y los Juegos Olímpicos». Segundo ha sido Joshua García (18:58) y tercero, Xevi Lluch (19:03).
También ganó la 15K Valencia Abierta al Mar María Ureña, vencedora en la Volta a Peu y que tiene en el horizonte el Campeonato de España de medio maratón en octubre. «Soy de Xàtiva y me encanta correr en casa. Esta es una carrera que tiene muchos años y que es muy emotiva», ha declarado la atleta del Cárnicas Serrano, que ha parado el crono en 21 minutos y 57 segundos. Segunda ha sido Bárbara Moragues, con un crono de 22:25 y tercera, Alba López (22:40).
Gimenez y Ureña se han llevado por delante la cinta que sostenía la alcaldesa de Valencia, María José Catalá. La primera autoridad sigue en proceso de puesta a punto de su embarazo, pero una vez más el pelotón del running ha unido a representantes del pleno municipal de diversos colores políticos. Para empezar, la concejala de deportes, Rocío Gil (PP), que ha corrido con una camiseta de la celebración de la Supercopa femenina del Valencia Basket. También se ha testado su predecesor en el cargo, Javier Mateo (PSPV), que quiere dejar atrás cuanto antes una lesión con la que convive desde hace algunos meses. También han corrido otros concejales como el popular Juan Carlos Caballero o el socialista Borja Sanjuán.
Y miles de personas más en una jornada más festiva que de objetivos. De homenaje a cuando no había tantos gadgets ni los dorsales tenían chip. De hecho, los de la Volta a Peu de Valencia siguen sin tenerlo. Se toman los tiempos con cronómetro, como antaño, y por eso queda constancia de los diez primeros. No hay clasificaciones por categoría. La música también se elige a conciencia, con auténticos himnos de diferentes estilos, para empezar con el 'Carros de Fuego' que se emplea para la salida. Y el speaker, otro auténtico clásico de la carrera a pie, como es Recaredo Agulló, con palabras amables para cada participante que pasaba bajo el arco de salida y de meta. «Que no pase nada, que todos lleguen bien y disfruten. Ese es el éxito para hoy», comentaba sonriente.
«La Volta a Peu es una fiesta, me encanta. En 1924 ganó el famoso el famoso Roget con el dorsal 40, que creo que se tendría que haber retirado», ha indicado Rafa Solaz, gran aficionado al atletismo: «Para mí esta es la carrera de las carreras. No me la pierdo, me parece un día festivo y todo el mundo acaba contento». Como felices han llegado a meta María y Adrián, una pareja se hace un selfie cada vez que atraviesan una línea de meta.
Hace unas semanas estuvieron en Madrid. «Está chula, pero Valencia siempre es mejor. Además, allí hay muchas cuestas», dice el joven. «El ambiente de la Volta a Peu a sido genial, no me lo esperaba así», señala María. Comenzaron a correr juntos hace cuatro años y desean que queden muchas mañanas de running en compañía más. Ejemplo les da María José Gonzalvo, que a sus 72 años sigue marcándose objetivos ambiciosos después de haber realizado varios maratones, entre ellos el de Nueva York: «Para después de verano estoy apuntada al medio maratón de Cardiff. Hoy he venido a disfrutar del ambiente, de correr por las calles del centro de Valencia».
Desde luego la Volta a Peu es la carrera de las sonrisas. Era el denominador común de todos los que partían a las 10:00, cuando se ha dado el pistoletazo de salida. Se han tardado 5 minutos en poner en marcha a los 7.500 participantes. Felices, hasta los que llevaban camisetas de Valencia o de Levante, que últimamente dan pocas alegrías futbolísticas. O quienes han querido rendir un homenaje a otro tipo de ocio del que disfrutaron hace ya algunos años, como el corredor que ha completado la carrera con una camiseta de la discoteca Espiral.
Cientos de personas han querido compartir la mañana de running con sus perros, cuya cuadrupedia les permite disfrutar de las calles del Valencia al paso mientras sus acompañantes humanos trotan. O corredores que se han tomado la Volta a Peu con calma a cambio de poder completarla acompañados de sus hijos pequeños. Cada uno a su ritmo, con sus razones, como quien entra a meta llorando y alzando la mano al cielo. Sin olvidar al grupo de voluntarios, algunos de ellos universitarios llegados de Estados Unidos, cuya labor es imprescindible para que estos eventos multitudinarios puedan celebrarse. "Estamos un grupo muy grande para cuatro días y esta mañana hemos sido voluntario. Fue una experiencia muy buena y divertida. Yo he dado los premios a los ganadores. Me ha gustado ver a la gente unida y emocionada por esta carrera", ha declarado Blake Gunter, que es jugador de fútbol americano en la Tulane University. Todos ellos han disfrutado de una mañana con una meteorología que ha permitido a muchos completar la jornada con un buen almuerzo en una terraza. Y brindar por otros 100 años más del maravilloso fenómeno social y deportivo llamado Volta a Peu.
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