Paleotraining para correr más rápido

Seguro que has oído hablar mucho de Paleotraining o simplemente 'paleo' y de sus múltiples beneficios, entre ellos para los runners. Aunque es un método de entrenamiento registrado en 2007, sus orígenes se remontan al Paleolítico. Rafa Alcañiz, uno de los impulsores de este tipo de preparación que te conecta con el ser humano más primitivo, explica qué encuentra una persona al entrar en contacto con Paleotraining.

«Es un método de entrenamiento con base en los movimientos ligados a las funciones motrices básicas del humano, gestos que siempre han formado parte de nuestro movimiento más básico y funcional. Trabajamos funciones, no grupos musculares grandes como en un gimnasio tradicional, son las funciones que hemos desarrollado desde que somos homo sapiens: correr, saltar, trepar, arrastrarse, cargar peso, estirar, empujar».

«Es recomendado para todo el mundo porque se trabajan habilidades físicas básicas como la velocidad, agilidad, potencia, elasticidad o fuerza. No hay distinciones entre sexos y precisamente por sus características pueden practicarlo quien esté dispuesto«

«Al igual que intentamos entrenar según nuestros genes, la alimentación creemos que es un pilar básico y fomentamos e intentamos comer como lo hacía el ser humano desde que es ser humano. Sería evitar, no consumir, productos nuevos, ultraprocesados. Consiste en tomar mucha verdura, fruta, tubérculos, pescados, frutos del mar, carne, vísceras, huevos y frutos secos, también aceite de oliva virgen extra y de coco. Habría que eliminar o reducir productos ultraprocesados, que son aquellos que tienen más de cinco ingredientes, además de azúcares, cereales, harinas refinadas y según la dieta paleo, tampoco ingerir ni lácteos, ni derivados; tampoco legumbres, aunque en la alimentación evolutiva sí que podrían incluirse«

«Lo bueno que tiene este tipo de entrenamiento es que trabaja todas las cualidades básicas, realizamos una programación específica, con sesiones de fuerza, habilidad y potencia y se quitan los kilómetros vacíos que se llaman que es correr por correr, para acumular kilómetros en las piernas porque sí»

Edu Tamarit (15-6-1987) conoció el Paleotraining por casualidad: «Mi mujer, que por aquel entonces era mi novia quería apuntarse a un gimnasio. Vivimos por Campanar y tenía en mente un centro y queríamos ir a preguntar, pero por el camino vimos el de paleo y preguntamos».

Aquel día la pareja iba a descubrir una nueva manera de entender la preparación física: «Ella se apuntó y el entrenamiento estaba súper chulo, desde fuera parecía fácil y no muy exigente, pero un día me fui con ella al río y empecé a intentar hacer lo que hacía ella y... ¡Terminé echo polvo! las agujetas me acompañaron varios días«.

Edu, mientras, tenía claro cuál iba a ser su objetivo en el siguiente maratón: bajar de las 3 horas. «Antes había corrido siete maratones pero siempre por mi cuenta, sin entrenador. Yo salía al río y me entrenaba por sensaciones. Bajaba un día y corría 10 kilómetros, otro 12 y al día siguiente pues intentaba hacer 12 en menos tiempo... no me iba del todo mal, hice dos maratones alrededor de las 3 horas y 15 minutos, pero para lograrlo sabía que necesitaba ponerme bajo las órdenes de algún entrenador«.

Ese era el reto de Edu, pero necesitó un empujón para empezar el asalto: «Tenía esa ilusión pero no me había encargado de buscar un entrenamiento, como sabía que me gustaba, ella me apuntó como regalo de cumpleaños. Yo nada más entrar les dije: «Tenéis que conseguir que baje de las tres horas».

Edu, junto a su mujer Laura descubrieron una dieta, o más bien un estilo de vida, que este periodista valenciano reconoce le enseñó «a comer mejor» dejando de lado alimentos nada positivos: «Me gusta la idea de no tener que pesar los alimentos ni controlar las cantidades, sólo es importante comer bien. Por ejemplo, quitar el arroz para un valenciano es bastante duro... pero se puede hacer un esfuerzo entre semana e ir compensando«.

Erradicar algunas costumbres como «galletas con leche» por las mañanas e introducir más fruta y verdura, comer más carne y pescado ayudaron a controlar el peso a Edu: «Nunca he sido obeso ni mucho menos pero sí que es verdad que antes de correr el maratón llevé muy a rajatabla el entrenamiento, lo hacía seis días por semana e incluso los findes si me iba a Xàbia, allí también seguía con mi plan. Perdí dos kilos de grasa que para mí es mucho«.

«Nunca busqué tener un cuerpo de gimnasio ni nada parecido pero todos estos ejercicios de fuerza y demás sí que me fueron modelando el cuerpo apenas sin darme cuenta. Comencé a hacer series, que nunca había hecho... pero por encima de todo me encontré un entrenamiento duro pero muy divertido y diferente a la imagen que tenemos todos en la cabeza de pesas y demás«, añade.

También destaca Edu alguna de las directrices que le dieron para hacer frente a los 42K el día de la prueba: «Al contrario de lo que había escuchado de guardar energía para el tramo final y llegar muy entero, aquí me dijeron que apretara al principio para mantener tiempos y luego bajara el ritmo». ¿El resultado? Su felicidad le delata: «Cuando llegué a los 21k, el medio maratón, iba a un ritmo era vertiginoso, no lo pude aguantar pero había logrado gran colchón, me dediqué a disfrutar y gracias a eso conseguí bajar de 3 horas».

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