¿Cómo te planteas correr durante 12 horas seguidas? Es una pregunta sin casi respuesta, pero sin duda, si hubiera que dar alguna creo que la más acertada sería: no te lo planteas, simplemente lo haces, igual que tampoco te planteas convivir cada día de tu vida con una enfermedad neurodegenerativa y totalmente incierta. El deporte es una actitud a través de la cual enfrentar una vida.
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La práctica deportiva tiene numerosos beneficios y estos son aplicables para todas y cada una de las personas, sin excepción ninguna. En el deporte no deberían existir etiquetas.
El deporte es un pasatiempo divertido y sano que debe ser practicado por todo el mundo, a todas las edades, sin distinción de condición ni capacidades. Esta práctica conlleva una mejora de las habilidades sociales y físicas que favorece a todas las personas que lo practican y entre otros muchos de sus beneficios encontramos la mejora de la coordinación general, ayuda con la postura corporal, desarrollo de la orientación espacial, desarrollo de la fuerza, resistencia, flexibilidad y tono muscular, o mejora del nivel progresivo del aprendizaje y de la autoestima.
A menudo tendemos a compararnos con los demás y solemos etiquetar todo lo que está fuera de nuestro alcance. ¿Y si en vez de criticar nos dedicáramos a mejorar como personas?
Una de las mejores maneras de poder organizarnos mentalmente es a través de la organización que nos proporciona la práctica de la actividad física, porque nos ayuda a centrarnos, a sentirnos mejor con nosotros mismos y en consecuencia, con las personas que nos rodean.
No importa quién seas, de dónde vengas y la historia que tengas, lo verdaderamente importante es el movimiento, cómo nos sentimos con nosotros mismos.
Vivimos en una sociedad en la que las críticas están a la orden del día y estas suelen condicionarnos en nuestro estilo de vida. La mayor parte de las veces no hacemos las cosas por miedo al qué dirán o simplemente pensamos que eso no está hecho para nosotros porque no encajamos dentro de un perfil determinado.
¿Pero sabes qué? El deporte no entiende de nada de esto porque está hecho para todos. Adáptalo a tus necesidades, de manera progresiva y sin prisas y la mejora llegará.
No te compares con nadie porque cada uno somos diferente. No te obsesiones con los tiempos, entrena como tengas que entrenar para conseguir tus objetivos y sobre todo, sé tú mismo haciéndolo. Nadie es mejor ni peor por hacer mejores o peores marcas, cada uno tenemos unas aptitudes y unas capacidades y eso no nos da derecho a ser etiquetados.
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