¿Puede un runner seguir la dieta paleo?

El runner Eduardo Tamarit adoptó la dieta paleolítica para mejorar su marca en maratón. Ávido corredor, ya había realizado siete maratones anteriormente, y llevaba una década practicando el running. Por consejo de sus entrenadores, empezó a seguir esta dieta. Lo que no se esperaba era la resistencia y potencia que ganó en unos meses, lo que le permitió completar el maratón en tres horas. «También superé mis registros en las pruebas de medio maratón, en la 15k y en la 10k», explica.

Otro caso es el de Leticia, que recurrió a la dieta paleo cuando le sobrevinieron dolores de cadera y pelvis a los que su médico no encontraba solución, y por los que tuvo que dejar de correr. Tras ocho semanas con una versión estricta de dicho régimen, y de incorporar poco a poco los huevos, chocolate y nueces, el dolor desapareció. «Me encuentro menos hinchada, con más energía», afirma.

Tal y como explica la dietista nutricionista Teresa Cercós, del centro de nutrición Nutriemoción, la también llamada dieta evolutiva «está basada en el consumo de carne, pescado, frutos secos, frutas y verduras de temporada y algunos tubérculos». Es decir, en aquello que los nómadas en el Paleolítico podían conseguir a través de la caza y recolecta.

Por otra parte, este tipo de alimentación restringe o elimina de la dieta el consumo de cereales, legumbres y procesados. La omisión de los procesados y ultraprocesados es practicada cada vez por más personas que buscan llevar una vida sana. «Ahora pienso ¿cómo podía estar comiendo eso todos los días y peor aún, pensando que no eran tan nocivos?», se pregunta Tamarit.

El aumento en la ingesta de proteínas puede ayudar a ganar músculo, pues favorece la reparación del tejido muscular. Pero Cercós avisa de que esta dieta alta en proteínas y grasas saludables es más adecuada para corredores de larga distancia, como Tamarit, antes que para principiantes.

«Cuando necesitas esa glucosa, para que tu cuerpo empiece a funcionar, se obtiene de cereales integrales», señala. Tamarit es consciente de ello y, por eso, antes de una carrera, toma arroz o pasta. «Los carbohidratos son clave para tener esa fuerza añadida el día que se compite», relata.

La nutricionista advierte de que la ingesta excesiva de un solo nutriente, como es la proteína, puede causar problemas a largo plazo. «El riñón, el hígado y el sistema circulatorio se pueden ver afectados», remarca. Para los runners de corta distancia recomienda pescado blanco, carnes magras, verduras y tubérculos, mientras que, para los de larga distancia, aconseja tomar pescado azul, nueces y frutas para después de entrenar.

La preocupación por comer de forma saludable y equilibrada impulsa a las personas a seguir la paleodieta. «En la dieta paleo, no importa la cantidad sino la calidad de lo que comemos», declara Tamarit. Al final, concluye Cercós, lo importante es que la dieta se adapte al entrenamiento de cada uno y, sobre todo, que no haya carencias nutricionales.

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