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Vistas desde la Ruta Les Creus de Tavernes. EMILIO BALLESTER

Pulmones y piernas a prueba hasta Les Tres Creus de Tavernes

Exigente ruta de alrededor de 12 kilómetros en la que también se puede descubrir al trote La Font de la Granata

Lourdes Martí

Valencia

Viernes, 12 de mayo 2023, 11:27

Nuestro grupo de senderistas, capitaneados por Emilio Ballester, nos cuentan su experiencia de la Ruta Les Creus de Tavernes por la Cruz de La ... Granata. «Es una ruta con una dificultad media-alta, con bastantes verticales», comenta.

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Aunque son alrededor de doce kilómetros los de la propuesta de esta semana, lo cierto es que dejan «exhaustos», significado, afirman de que ha sido una mañana «excelente».

La ruta arranca en Tavernes de la Valldigna, cerca del PR-CV 39. Pero ojo. «Nada más empezar hay una puerta para acceder a la ruta, pero nos dijeron que era privada, tuvimos que improvisar, siempre hay algo que hace que cada experiencia sea diferente. Continuamos hacia adelante y vimos el club de Tenis. Aquí hay una red que está rota adrede para poder acceder y entramos», comenta Ballester.

La ruta ofrece algunos lugares en los que parar a descansar. EMILIO BALLESTER

Tras los primeros metros nos encontramos con la primera subida. Esta es suave. Nos llevará hasta la Fuente de la Granata. Este es solo el inicio, un calentamiento para lo que llega: un duro desnivel con punto final la Fuente de la Sangonera. Este es un buen punto para almorzar y recordar alguna que otra anécdota. Como afirma nuestro protagonista: «Estamos aquí por pasarlo bien y compartir tiempo y experiencia».

Llega el momento de tomar el pequeño recorrido CV-38 que nos llevará hasta el Alto de Las Cruces. En realidad nos dirige hasta la primera. Para poder llegar a la segunda hay que hacer caso a nuestra intuición. Hasta la tercera accederemos gracias a seguir las llamadas fitas, o piedras que delimitan los caminos».

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Algunas de las espectaculares vistas de la exigente ruta. EMILIO BALLESTER

En nuestras retinas podrán quedar grabadas algunas de las imágenes más espectaculares de un paisaje que disfrutamos en compañía. Y tras subir… toca bajar. Al principio debemos tener cuidado porque hay algunos metros complicados, pero luego solo hay que dejarse llevar hasta Tavernes.

«Una de las anécdotas se produjo cuando nos percatamos que en el suelo había cagarrutas de cabra. Nos fijamos un poco y pudimos ver alguna, incluso intentamos rodear el lugar por donde se encontraban para no molestar demasiado», concluye Ballester quien advierte sobre las iniciativas que se llevarán a cabo durante las próximas semanas. «Ya empezamos a quedar más temprano, sobre las 8 horas, las temperaturas ya son altas».

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