Pocos son los runners que no usamos esos relojes venidos a más, que nos miden todo tipo de variables posibles de cada zancada, de cada metro; estos artilugios son capaces hasta de decirnos si vivimos estresados o si estamos sobreentrenados.
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Al principio, no paras de mirar cada uno de los datos que te da, intentas analizarlos para ver que puedes mejorar o que has mejorado con respecto a la última vez que has pasado por ese mismo punto y vas consiguiendo que «tus récords» vayan cayendo cada semana, cada mes.
Pero hay un momento que tu «ritmo - vuelta» se ha paralizado, has parado de conseguir récords personales y no sabes si son las zapatillas, el calor, el frio, o que la vida te ha dejado de lado, llegando, incluso, a pensar que correr no es lo tuyo.
Esta sensación también la he tenido yo.
El problema no es ni las zapatillas, ni el frio, ni el calor, ni nada que se te pueda pasar por la cabeza, que no pueda ser derribado cual muro del maratón, el elemento diferenciador es la motivación.
Este estado de falta de motivación también fue generado por la pandemia de una manera generalizada (una vez pasó el fin de semana del deporte postpandemia, dónde se vio todo tipo de indumentaria y gadgets) por la falta de kilómetros acumulados y la falta de objetivos claros.
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Aquí es dónde tenemos que incidir los corredores populares, en los objetivos de grupo que nos mantengan vivos de energía, olvidándonos de los «ritmos vuelta» y acordándonos más de quedar con la «grupeta» para salir un día entresemana a correr o hacer lo que nos apetezca, con el fin último de tener nuestra mente fresca y las piernas lo más fuertes posibles para afrontar cualquier reto que se nos ponga delante sin acordarnos del «ritmo - vuelta»
Los estados de motivación son cíclicos, lo sabemos aquellos que llevamos años haciendo deporte, es por ello, que me permito el lujo de aconsejar aquello que siempre me ha funcionado, es algo tan sencillo como volver con los míos, con mi gente, con mi grupeta, con los Pico&Pala: Julito, Pei, Carles, Comandant, Litri, Silencios, Roca, Sete, Draks, Iday, Chema, Fausti, Ros, Bibelon, Jaunito, Julian, Mo, Alvarito y Blasco.
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Al final lo que nunca falla, son los que nunca fallan.
Salud y kilómetros
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