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Javier Solano
Valencia
Viernes, 10 de junio 2022
Muchos de los amantes del running no son conscientes de que el sol, el viento, los cambios de temperatura, el sudor y la poca ... humedad, son algunos de los factores que pueden generar alteraciones en la función y estructura de la piel. Es por ello que resulta imprescindible concienciar y recordar que nuestro cuerpo también sufre mientras realizamos deporte al aire libre. Muchos corredores se olvidan y dejan a un lado la importancia de la salud de la piel cuando se sale a la calle a recorrer kilómetros sobre el asfalto, un simple gesto como hacer uso de protección solar entre otras precauciones, podría evitarnos una serie de problemas que a largo plazo, podrían complicar mucho la posibilidad de practicar deporte al aire libre.
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Como amantes del running, es normal que existan miles de dudas con respecto a este tema: ¿Se debe usar protección solar todos los días o solo en verano? ¿qué se puede hacer para evitar que la piel sufra cuando hacemos deporte? ¿se pueden combatir los efectos negativos generados por la práctica deportiva a lo largo de los años? Paloma Marqués, médico del Hospital Vithas Valencia 9 de octubre nos revela las respuestas a todos estos interrogantes, que tan necesarias son para poder mantener la salud de nuestra piel en plenas condiciones.
Los principales riesgos a los que se someten los corredores al salir a practicar deporte al aire libre pasan principalmente por aquellas consecuencias generadas por el sol. «En verano, muchos de los deportistas que se encuentran habituados a entrenar y hacer frente a competiciones deportivas se olvidan del factor más peligroso de todos, el sol. La creencia de que por salir a correr frecuentemente la piel de los corredores se encuentra plenamente curtida, no es más allá que algo subjetivo. En esta época del año aumentan muchísimo la exposición de nuestra piel a los rayos UVA, algo que si no se tiene en cuenta, como consecuencia, se pueden producir quemaduras de gravedad», afirmaba Paloma Marqués.
La deshidratación es otro de los riesgos más grandes que no se suelen tener en cuenta a la hora de salir a correr. «Nuestra piel necesita estar hidratada para poder suplir todas aquellas sales minerales y líquidos que perdemos al sudar. Correr aumenta mucho la temperatura corporal, y en los días calurosos –y más si hay un alto porcentaje de humedad– se corre el peligro de perder más líquidos y sales minerales de los que podemos reponer, lo que puede llegar a producir insolaciones, desmayos y recalentamientos del cuerpo», aseguraba la especialista.
Una hidratación óptima de la piel también será necesaria al correr ya que este es un deporte de alto impacto y puramente aeróbico, por lo que necesita un alto consumo de oxígeno. Esto puede llegar a provocar no solo una pérdida de grasa facial, que se traduce en un menor volumen y firmeza, sino también en una bajada en los niveles hidratación de la dermis. Los corredores tienden a perder grasa de la zona de la cara, lo mismo que les ocurre a las personas que pierden mucho peso en poco tiempo. A esto, se suma la flacidez provocada por el movimiento de impacto repetido contra el suelo que destensa los músculos del rostro.
El sudor, forma parte de la lista de riesgos que pueden llegar a generar graves consecuencias para nuestro cuerpo. Según Paloma Marqués, «La fricción del sudor con nuestra piel también es capaz de generarnos problemas de gran magnitud. Los corredores, al practicar deporte de forma tan continuada, sufren el riesgo de sufrir irritaciones en la zona de los ojos generadas por las gotas de sudor. A largo plazo, se pueden producir infecciones y rozaduras si no se protege esta zona de la cara. Además, el constante roce de la ropa y las zapatillas con nuestra piel también puede llegar a producir irritaciones muy incómodas, como pueden ser las ampollas o el sangrado de pezones. Con el sudor, esa fricción es mucho mayor, por eso en verano hay que tener más cuidado», declara la especialista.
Según Paloma Marqués, médico del Hospital Vithas Valencia 9 de octubre, hay una serie de medidas que resultan de gran ayuda para prevenir estas consecuencias, para así disfrutar sin ningún tipo de efectos negativos de cada entrenamiento y competiciones relacionadas con el mundo del running en verano: «La primera medida y la más importante pasa por el uso de la crema solar. La mayoría de corredores no suele tener claro el uso correcto de este producto. Los deportistas, media hora antes de la práctica deportiva, deberán aplicarse crema solar. Será recomendable utilizar siempre la que tenga el nivel de protección más elevada posible. Una vez comenzado el entrenamiento o competición, será necesario volver a aplicar protección solar como si se tratase de la primera vez».
La especialista, para evitar el riesgo de quemaduras también recomienda el uso de gorras en aquellos deportistas con el pelo corto, que vean expuestas zonas como la parte superior de la cabeza con frecuencia, ya que de normal, los corredores se suelen olvidar de proteger estas zonas del cuerpo a la hora de lanzarse al asfalto a recorrer kilómetros, las cuales también son vulnerables. Las gafas de sol también juegan un importante rol en este tipo de situaciones. «El uso de protección ocular es de vital importancia ya que los ojos y el resto de la zona facial también pueden acabar sufriendo quemaduras en días de altas temperaturas. Asimismo, a las gafas de sol será necesario añadir una crema solar facial de más de un nivel 50 de protección», comentaba Paloma Marqués.
Para solventar los problemas relacionados con la hidratación y la humedad, especialmente en Valencia, la especialista hace hincapié en las horas a las que establecer las sesiones de entrenamiento o práctica deportiva: «En verano las altas temperaturas y la humedad pueden llegar a pasar factura, especialmente en esta ciudad. Por ello resulta recomendable salir a correr a primera hora de la mañana o cara a la noche, cuando el sol empiece a bajar. Tendremos que hidratarnos antes, durante y después del entrenamiento. Salir a correr con una botella de agua nos permitirá prevenir posibles insolaciones o desvanecimientos causados por la pérdida de líquidos y sales minerales«.
Para solventar los problemas relacionados con la hidratación y la humedad, especialmente en Valencia, la especialista hace hincapié en las horas a las que establecer las sesiones de entrenamiento o práctica deportiva: «En verano las altas temperaturas y la humedad pueden llegar a pasar factura, especialmente en esta ciudad. Por ello resulta recomendable salir a correr a primera hora de la mañana o cara a la noche, cuando el sol empiece a bajar. Tendremos que hidratarnos antes, durante y después del entrenamiento. Salir a correr con una botella de agua nos permitirá prevenir posibles insolaciones o desvanecimientos causados por la pérdida de líquidos y sales minerales».
Por último, para prevenir ampollas y rozaduras en el cuerpo será necesario llevar siempre «calzado adecuado, ropa técnica que se ajuste bien y transpire bien el sudor y calcetines sin costuras. Si probamos a ponernos vaselina en las zonas en las que suelen aparecer rozaduras, se podrá apreciar tras el entrenamiento que es más difícil que surjan. En casos más graves se puede incluso aprender a vendar los pies para evitar ampollas», destacaba Paloma Marqués.
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