Ruta circular por Guadalest: El pulmón color esmeralda de la Marina Baixa

Once kilómetros que se pasan en un suspiro. Quizás la del embalse de Guadalest sea una de las rutas circulares más espectaculares de la Comunitat. El tono verde esmeralda del estanque alumbra el paraje alicantino en cualquier época del año.

Nosotros fuimos a principios de diciembre y, pese a las intensas rachas de viento que nos acompañaron durante toda la mañana, el sol brillaba con fuerza esquivando la presencia de alguna nube que amenazaba con ensombrecer la maravillosa idea que tuvo uno de nuestros amigos de recalar en la localidad alicantina.

Hemos madrugado por lo que no ha habido ningún problema para dejar el coche en un pequeño parking del que nos habían hablado. Éste se encuentra antes de cruzar la presa del embalse y debido a su pequeño tamaño, si llegas tarde o es un día festivo, posiblemente no sea tan fácil dejar el vehículo.

Tomaremos la pista a los pies de la Sierra de Xortà, si vamos corriendo debemos estar atentos al suelo ya que es posible que nos tropecemos con algunos ramales del embalse que se adentran en la montaña.

Bancales de olivos y almendros, juntos a otros como los pinos, nos acompañan por el trazado que se prolongará durante cerca de siete kilómetros. En este punto llegaremos a un puente por el que podremos cruzar a la otra parte del río Guadalest.

En la siguiente bifurcación está la opción de visitar la localidad de Beniardà o de continuar la ruta. Como vamos bien de tiempo y algunos miembros del grupo están a favor de 'catar' la gastronomía local allá donde vamos, buscamos en un bar.

Aunque tras haber parado es cierto que el camino se hace un poco más largo, el camino por el que vamos a regresar al punto de partida por el otro lado del estanque es mucho más recto que el anterior, por lo que en poco más de media hora, a paso más bien ligero, volvemos a nuestros vehículos.

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