Una ruta de desafío entre La Murta y la imponente Creu del Cardenal

Subir a la cima. Mirar a la derecha y ver el mar. Mirar a la izquierda y ver el monte. Esto es posible en la Creu del Cardenal. El contraste de colores y terrenos hace único este lugar. Si quiere un paseo tranquilo, una ruta de senderismo o incluso para la práctica del trail running, esta es su ruta. Con una dificultad media y una distancia de menos de 7 kilómetros, acumula un desnivel de más de 800 metros, así que prepárese para subir y bajar. Además, es circular, por lo que comienza y termina en el mismo lugar. Dispone de un parking gratuito para aparcar el coche antes de empezar.

Esta ruta nos traslada al municipio de Alzira, en la Ribera Alta. Su recorrido por senderos de tierra y rocas permite varios tipos de ruta. Por una parte, se puede disfrutar de las vistas y el paisaje con un paseo suave, dando media vuelta antes de comenzar la ascensión. En caso de querer ir al completo, la subida hasta la Creu del Cardenal convierte a esta ruta en un desafío divertido a la vez que reconfortante. Las vistas una vez alcanzada la cima del monte son espectaculares e inolvidables.

Debido a la pandemia, el Ayuntamiento de Alzira ha declarado que es necesario la reserva con cita previa para visitar la Murta por motivos sanitarios y medioambientales, con el objetivo de controlar el aforo en este paraje natural. Se permite la reserva que según las medidas decretadas pueden acudir grupos de hasta 10 personas, con una antelación mínima de 48 horas.

Por el camino se encontrarán con el Monasterio de Santa María de la Murta. Para ser precisos, sus ruinas. Perteneciente a la orden de los jerónimos. Fue un centro de peregrinaje de la aristocracia, de la realeza y las altas esferas religiosas de la zona. Fue adquirido por el Ayuntamiento de Alzira en el año 1989. Seis años después, se comenzó con las tareas de restauración tanto del torreón como de su entorno y reserva natural protegida. En él encontraremos unos bonitos jardines que cuentan con unos baños públicos donde hacer un pequeño parón en caso de emergencia.

Los primeros minutos de la ruta llevan por un camino de tierra y piedras bastante acondicionado para la práctica del senderismo. En todo momento las direcciones se encuentran indicadas con pintadas en las rocas y señales que dirigen el camino. Pasado el monasterio, se alcanza una bifurcación, pudiendo realizar la ruta que lleva por todo el Valle de la Murta, o la de la ascensión a la Creu del Cardenal.

Durante el camino encontrarán diferentes tipos de paisajes. Empezando por un sendero amplio rodeado de todo tipo de vegetación. Siguiendo hasta alcanzar un pequeño bosque, que llevará hasta la montaña. Una vez comenzada la ascensión, no habrá vuelta atrás. El paisaje se tornará rocoso. Se quedarán atrás los árboles y aflorarán los arbustos.

La subida a la cima del monte consiste de una constante consecución de caminos de rocas y senderos espigados, donde será necesaria la escalada e incluso el salto para poder acceder a las zonas más escarpadas. La dificultad del ascenso puede ser complicada para personas que no se encuentren en una forma física adecuada o puedan tener algún problema de movilidad. En caso de mal tiempo o lluvia, se recomienda ir con cuidado con el suelo, que puede volverse resbaladizo.

Una vez alcanzada la cima, encontraremos la famosa Creu del Cardenal, una estructura metálica imán de fotografías para todos los visitantes. Es la oportunidad de sacar esa foto que estás esperando subir a tus redes sociales para mostrarle a tus amigos lo muy deportista que eres.

Y todo lo que sube, baja. El camino de vuelta es el mismo, pero en dirección contraria. Esta vez el camino será más sencillo al realizarse en bajada. Recomendable una vez al estar abajo, alzar la cabeza y buscar con la vista la Creu del Cardenal para poder decir: «Ahí he subido yo».