Ruta por las 9 ermitas de Ayora

Antes de describirla, y recordando que siempre se debe mirar el parte metereológico así como toros avisos sobre todo en esta época tan inestable, destacaremos que en algunas zona podremos vislumbrar en el suelo una línea de color rojo pintada sobre el suelo.

Esta raya marca otra de las rutas del municipio que describiremos en otra ocasión y que también transcurre por la urbe y se denomina La Ruta del Hilo Rojo.

Estacionaremos en La Glorieta e iremos a por la primera parada, la Ermita de San Antón, a continuación recorreremos las siguientes: la de Santa Lucía, San José, Santa Bárbara, Santa Ángel, San Roque, Virgen del Rosario, Nuestra Señora de la Asunción y la última, la de Santa María la Mayor o la de San Blas. La distancia entre cada una de ellas es de unos 600 metros y no tiene pérdida. A continuación daremos algunas características de las ermitas a las que visitaremos.

Junto a la ermita, una cruz cubierta catalogada como Bien de Interés cultural en 2011. El templo está formado pro cuatro arcos góticos de piedra en su interior. Una de las características más destacadas es el púlpito del evangelio, realizado sobre un pilar octogonal en piedra. La Cruz Cubierta de San Antón a la que hemos hecho referencia con anterioridad, data de las primeras décadas del siglo XV. Miguel Molsós, personaje ilustre de Ayora que fue Datario papel del Papa Luna fue posiblemente el encargado de su construcción.

Desde la entrada del municipio nos adentramos por el antiguo barrio musulmán. Donde se ubicaba la antigua mezquita se encuentra la Ermita de Santa Lucía, la segunda parada. El templo tiene a sus lados viviendas particulares. En su interior, cabe destacar, entre otros, el altar mayor que cuenta con un rt3ablo pintado al fresco por D. Csimiro Escribá en la que la imagen de Santa Lucía se encuentra en el centro, pintor y párroco de Ayora y también autor de las pinturas de la catedral de Albacete.

Toca poner las piernas a prueba con este templo ubicado sobre una antigua colina. La calle San José es una de las más transitadas de la localidad. Junto a la ermita, de gran belleza en su interior, se puede disfrutar de un jardín que permite ver el Montemayor y poblaciones de alrededor.

Seguimos poniendo a prueba nuestras piernas con otra loma que nos llevará a Santa Bárbara. Este es un pequeño templo. Cuenta con un púlpito de madera y tal y como destacan desde la oficina de turismo de Ayora, también se encuentran algunos óleos en las paredes de la Escuela Valenciana de los siglos XVIII y XIX.

Ligada al Milagro del Santo Ángel en 1392, nace la ermita que supone la quinta parada de nuestro recorrido. Es un templo de estilo barroco valencano. La imagen del Santo Ángel Tutelar junto a la hornera Liñana se encuentra en el centro del edificio.

Avanzamos hacia Los infiernos. Una zona en la que se encuentra la Ermita de San Roque. Aquí nos llevaremos una sorpresa ya que sólo quedan en pie algunos muros y arcos.

Seguimos en ascenso hasta la cima de una de las colinas más próxima a Ayora. Ahora sí que podremos exigirnos con un camino de subida en el que encontraremos los templetes que guardan las imágenes del Via Crucis.

Regresamos al centro e la población para deslumbrarnos con la ermita en la que conviven el estilo gótico, renacentista y barroco. Pese a contar con una sola nave, estas espaciosa. También veremos la Torre Campanario que consta de hasta cuatro cuerpos de altura, en el último están ubicadas las cuatro campanas además de una baranda de piedra ornada con pináculos en las esquinas.

Con el edificio religioso más antiguo de la vila pondremos punto final a nuestra ruta. Desde la localidad cuentan que en importancia histórica es comparable a la de San Feliu en Xàtiva o al Palacio de Llíria.